Los sindicatos vascos alertan de que 2.000 docentes de la escuela pública irán a la calle

Las medidas de ahorro que plantea el Ministerio de Educación tendrían dos consecuencias directas en la enseñanza pública vasca: despidos de profesores y una merma en la calidad del sistema, según alertan los sindicatos. Calculan que si se aplican los recortes -más horas de clase por docente, más alumnos en el aula y un plazo mayor para cubrir las bajas- se irían a la calle 2.000 interinos de una plantilla de 23.000 profesores. Con menos maestros y con docentes que dispongan de menos horas 'libres', en las que no dan clase pero deben permanecer en los centros para otras labores, peligrarían «programas pedagógicos, la enseñanza personalizada o refuerzos a alumnos con necesidades especiales», argumentan. «Una catástrofe para la escuela pública», lamentan.

Entre la situación de la que disfruta la enseñanza en Euskadi y las propuestas del Ministro José Ignacio Wert hay un abismo. En la actualidad, las aulas de los centros públicos no pueden superar los 25 alumnos. Si pasan de esa cifra, se desdoblan. En muchas clases de Secundaria hay, además, desdobles para algunas asignaturas aunque no se rebase ese límite. Este panorama sitúa la media de alumnos por grupo entre 15 y 16. O lo que es lo mismo: 2,15 profesores por clase en ESO y 1,6 en Primaria. Hay que tener en cuenta que los centros públicos acogen al 70% de la inmigración y necesidades especiales, lo que exige un refuerzo mayor. El Ministerio propone un máximo por aula de 30 niños en Primaria y 35 en Secundaria. «Acabaríamos con la enseñanza personalizada, la inclusividad, los apoyos escolares y dispararíamos las cargas del docente», sostiene Belén Arrondo, de STEE-EILAS, central mayoritaria en enseñanzas no universitarias.

Con la sustitución de las bajas ocurre algo parecido. Cuando falta un profesor en las aulas de 2 y 3 años se trae a otro en el mismo día, y en Infantil, al siguiente. En Primaria se manda al sustituto al tercer día y en Secundaria, al cuarto, según detalla Educación. Wert propone esperar diez días. Los compañeros de centro cubrirían esas ausencias con sus horas de guardia. «Si se aplica esa medida pueden darse situaciones caóticas. No habrá profesores para cubrir todas las bajas», comenta el portavoz de CC OO, Pablo García de Vicuña.

Las horas de trabajo son el otro caballo de batalla. Los docentes vascos deben impartir 23 horas de clase en Primaria y 18 en Secundaria. El ministro les pide un «esfuerzo» y que, como mínimo, den 25 y 20 en cada etapa. Esas dos horas de más saldrían del tiempo que deben permanecer en el centro para otras labores -entre cinco y siete a la semana-, como reuniones, guardias, programas pedagógicos, tutorías o refuerzos. «Es un ataque frontal al sistema educativo público y al empleo en el sector docente», coinciden las centrales; que provocará, a su juicio, una «retroceso en la calidad de la enseñanza».

Si se aplican esas tres medidas, alertan, irán a la calle cerca de 2.000 profesores interinos -que no son funcionarios-, de la plantilla actual de 23.000 en la escuela pública. El PSOE calculaba ayer que en España se despedirá a 80.000 educadores el próximo curso.

«Una barbaridad»

Para la representante de STEE las propuestas de ahorro del Gobierno de Rajoy son «una barbaridad», el portavoz de Comisiones las calificó de «intolerables», ELA las definió como «las más graves de las últimas décadas» y UGT dibujaba ayer un escenario «dramático» para el futuro de la enseñanza pública. Reclamaron al Ejecutivo vasco que sea «firme» en su «rechazo» a estas medidas, que consideran «ilegales», ya que «no respetan las competencias» de Euskadi en Educación. Advirtieron de que responderán con «movilizaciones».

La consejera Isabel Celaá coincidió ayer en que los recortes que plantea Wert «derivarán en una merma de la Educación española en su conjunto», y criticó que la pretensión del PP es «hacer un sistema educativo mucho más barato, que no de mejor calidad». Celaá también cree que las propuestas del Ministerio invaden competencias del Ejecutivo vasco. Su equipo está a la espera del texto con las medidas concretas para que los servicios jurídicos las estudien y puedan iniciar acciones.