Muere un hombre de 45 años al arder una casa en Portugalete

Un vecino de Portugalete de 45 años falleció en la madrugada del sábado a causa de las quemaduras sufridas en el incendio del bajo de una vivienda de la calle Doctor José Zaldua de Portugalete, frente al instituto Zunzunegi y cerca del límite con Santurtzi. El fuego, que está siendo investigado por la Ertzaintza, se originó sobre las dos de la madrugada. Patrullas de los bomberos, policía autonómica y municipal, además del equipo médico de Osakidetza, se desplazaron hasta el lugar aunque no pudieron salvar la vida del hombre, que según los vecinos se llamaba Fran y residía en el inmueble desde hace al menos dos años.

Vecinos del entorno aseguraron que el edificio está abandonado desde hace años y es propiedad de una constructora que planeaba invertir en los terrenos. «Por esa casa ha pasado gente de todo tipo», dicen. Uno de los inquilinos del inmueble, que lleva 12 años residiendo en el barrio, reconoció que se había trasladado allí hace algo más de seis meses con su mujer y un hijo. «Fran llevaba más, por lo menos dos años. Hay otro hombre que vive arriba con una mujer y que llevan más tiempo», apuntó. Antes residía allí «un grupo de rumanos».

'Fran, no tocar', se leía en una pintada a la entrada del domicilio, ahora precintado por la Policía. «Era de aquí. Le conozco de toda la vida», aseguró uno de los vecinos. «Ayer -por el viernes- le vi paseando dos perros por la campa, uno negro grande y otro pequeño blanco. Solía andar mucho por estas campas con los perros». Los canes fueron trasladados a una perrera tras el siniestro.

«Mucho humo»

La intervención de los bomberos duró algo más de una hora. «Nos sacaron fuera a todos porque no sabían lo que podía pasar. Primero yo fui al baño, la ventana encima de la habitación que se quemó, y salía mucho humo. Al ver que venía de abajo salimos y entonces ya había un humo muy tóxico por todas partes», describió el vecino de Fran, quien reconoció no haber podido dormir en toda la noche por «el disgusto». «Era un hombre majo, conmigo por lo menos», dijo. El inmueble apenas sufrió desperfectos.

El vecino sospechaba que Fran no tenía electricidad, «usaría velas», y recordó que el fallecido era fumador. En ocasiones le visitaban sus hermanos o amigos. El hombre lamentaba no haber podido hacer nada para salvarle. «Te sientes incapaz», se dolió.