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solidaridad

Kainabera se descuelga de la acogida de niños rusos después de una década

La ley que prohíbe que los huérfanos pasen el verano con familias lleva a la ONG de Elorrio a abandonar el proyecto solidario

MANUELA DÍAZ

Domingo, 8 de abril 2012, 05:19

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La ONG Kainabera de Elorrio renuncia a la acogida de niños rusos afectados por la radiación de Chernóbil en periodo estival. Después de más de una década ha puesto fin a este programa por su rechazo a la nueva ley del Gobierno ruso que impide a los menores de orfanatos pasar el verano alojados con familias. «Ha sido una decisión muy dura, pero sin los huérfanos el programa no tiene sentido», afirma la presidenta de la organización, María Isabel Novoa.

Del centenar de huérfanos que acogía esta ONG, el pasado año apenas llegaron 26 y este año las previsiones eran nulas, ya que los menores de orfanato que viajen al extranjero deben residir en campamentos según la ley rusa. Por ello asociaciones como Bikarte, que tras la decisión de Kainabera será la única entidad vasca que acoja a menores rusos afectados por la radiación, han decidido organizar un campamento en el albergue de Derio para 30 niños y niñas de orfanato.

Según la ONG que trabaja desde 2000 en varios proyectos de cooperación, aunque esta decisión ha sido muy meditada «lo más duro fue el pasado año cuando tuvimos que cortar de manera radical con los huérfanos, sin ninguna explicación, y sin permitir a las familias despedirse de los niños después de, en muchos casos, nueve años acogiendo al mismo menor».

Sin embargo, la colaboración con los menores rusos afectados por la radiactividad continúa. Por un lado, los huérfanos podrán acudir a campamentos como el puesto en marcha por Bikarte. Y por otro, el Gobierno ruso permite que niños y niñas procedentes de familias desestructuradas, de zonas desprotegidas de Rusia o de familias desplazadas de Chernobil por la radiactividad, pasen el verano en España. A Euskadi llegarán en junio a través de Bikarte un centenar de estos menores. Veinte familias que colaboraban con Kainabera se incorporarán a la ONG con sede en Zierbena.

Regenerar sus defensas

Desde Bikarte insisten en que el objetivo es «ayudar a la infancia y mientras haya niños, apoyaremos a las familias». Aunque reconocen la dificultad que supone seguir con el programa, «merecen la pena los esfuerzos». «Los niños están sanos, pero necesitan sol para aumentar sus defensas y viajar aquí en verano alarga tres años su esperanza de vida», reitera Novoa.

El objetivo de esta campaña es dar atención y cariño a pequeños procedentes de Briansk, una región afectada por la contaminación nuclear, y de dos territorios con clima extremo y duras condiciones de vida. Se les ofrece vida familiar, alimentación sana y contacto con la naturaleza. Tienen entre siete y doce años, edad en la que están regenerando sus defensas, por eso es tan importante sacarles de allí. Aunque no sufren enfermedades graves, el clima extremo, sus circunstancias familiares y la exposición a la radiación afectan a su crecimiento físico y personal.

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