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CARMEN ORTEGA
Jueves, 15 de marzo 2012, 02:57
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Nueve años y medio tendrá que pasar en prisión A. S. tras el fallo judicial de la Audiencia Provincial que se conoció ayer y que lo considera penalmente responsable de un delito de violación en grado de tentativa, de otro de detención ilegal y de una falta de lesiones por la que se le condena a 60 días de multa con una cuota diaria de seis euros. De la misma manera, la resolución judicial señala que el condenado no podrá acercarse a su víctima ni comunicarse con ella durante un periodo total de diecisiete años y medio. No tendrá que indemnizar a la mujer puesto que ella ha renunciado a cualquier tipo de compensación económica.
La condena llega pese a que la mujer, una joven de 20 años cuando sucedieron los hechos, retiró la denuncia contra su agresor, si bien durante la vista oral relató pormenorizadamente cómo fue obligada a subir a un vehículo en Rincón de Soto, retenida durante varias horas en un descampado y agredida física y sexualmente por el que es su primo lejano, que le había pedido matrimonio meses antes. Ambos son de nacionalidad marroquí y el condenado se encontraba en situación irregular en España cuando cometió los delitos.
En la sentencia se desestima que hubiera violación, puesto que no se hallaron pruebas suficientes que confirmaran la consumación, si bien también se deja claro que la intención del joven fue en todo momento la de violar a la mujer y que si no se produjo penetración fue porque ésta se resistió y acabó huyendo desnuda hasta que unos vecinos de la localidad avisaron a los agentes de la autoridad.
La sentencia recoge la secuencia de los hechos de aquella noche del 31 de mayo de 2010, cuando A. S., de 22 años, se desplazó en su coche hasta el domicilio de su prima en Rincón y la obligó «por la fuerza a subir en él», a lo que ella accedió para que «no se organizara un escándalo» en su casa, donde se encontraba el resto de sus familiares.
Una vez en el interior del vehículo y después algunas horas un tiempo, se detuvo en un descampado situado a las afueras de Rincón. Fuera del coche, comenzó a golpearla con las manos y con los pies, incluso con su propio cinturón. Después le exigió que se quitara la ropa, a lo que la joven se negó, por lo que continuó golpeándola «a la vez que le quitaba la ropa hasta dejarla desnuda por completo». Después, precisa el relato de la sentencia, tumbó a la joven en el suelo, la retuvo por la fuerza, se bajó los pantalones y los calzoncillos a la altura de las rodillas, y empleó la fuerza para tratar de separar los muslos de la mujer, para intentar penetrarla vaginalmente.
La víctima consiguió zafarse después de los forcejeos y llegó hasta unas viviendas de las afueras de Rincón, donde llamó al timbre de una de las casas. Fue entonces cuando los vecinos avisaron a la Guardia Civil de Aldeanueva y dos de sus agentes la encontraron «desnuda, desorientada, muy nerviosa y confusa».
La mujer sufrió excoriaciones en el brazo izquierdo, en la zona esternoclavicular, en la región supramamaria interna derecha y en otras partes de su cuerpo, así como múltiples equimosis y excoriaciones en las zonas internas y externas de los muslos, algunas de ellas compatibles con contusiones producidas con correa o cinturón.
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