Adegi pide a Bildu que deje «a un lado sus prejuicios ideológicos»

El presidente de la patronal Adegi, Eduardo Zubiaurre, urgió ayer a retomar «la colaboración» público-privada en Gipuzkoa, donde la patronal sigue sin encontrar la «misma sintonía» con el Gobierno foral desde que está en manos de Bildu. Zubiaurre, quien compareció ante las Juntas Generales para informar de la situación económica del territorio, aseguró que la gravedad de la crisis requiere una «respuesta urgente». La comparecencia en el Parlamento foral había sido solicitada por el Partido Popular.

El máximo responsable de la patronal guipuzcoana pidió que se dejen a un lado «prejuicios ideológicos y debates estériles que sólo llevan a la parálisis», al tiempo que insistió en que se necesita «recuperar un espíritu de colaboración» y un «gran pacto social» similar al de los años 80.

Zubiaurre aludió al «déficit» en infraestructuras que, a su juicio, existe en Gipuzkoa, donde la situación económica de la Diputación y su nivel de endeudamiento no es, a su juicio, de extrema gravedad. Admitió que una parte importante de este endeudamiento procede de las inversiones realizadas por Bidegi en la construcción de infraestructuras viarias «necesarias».

El informe de coyuntura presentado por Adegi el pasado mes de enero levantó ampollas en el Ejecutivo foral guipuzcoano, que lo tachó de ser demasiado catastrofista. Sin embargo, Zubiaurre advirtió ayer que las malas perspectivas económicas para este año se están cumpliendo y que incluso temen que «en algunos aspectos irá a peor». Por ello, urgió a la institución foral a que adopte medidas para hacer frente a una recesión que «ya está aquí».

Todo confirmado

Lejos de suavizar el discurso esgrimido hace dos meses, Eduardo Zubiaurre pintó un panorama más desolador, ya que indicó que las semanas que han transcurrido desde la presentación del informe «no han hecho sino confirmar que la recesión ya está aquí». Así, recordó que parte de las economías de la zona euro están en esta situación, lo mismo que España, «y Gipuzkoa lo hará en breve, al igual que la economía vasca».

Añadió que en ese ambiente de recesión, el PIB de Gipuzkoa se reducirá en el mejor de los casos un 0,5% durante este año, aunque advirtió que la caída puede ser más intensa en la medida en que se pueden agudizar los problemas financieros en Europa y sean necesarias mayores medidas de ajuste fiscal.

Asimismo, el informe preveía la pérdida de 1.300 empleos este año, unos mercados recesivos para casi la mitad de las empresas, la caída de ventas totales, la desaceleración intensa de las exportaciones, así como la disminución de la utilización de la capacidad productiva y de su nivel de pedidos. En un entorno de menor demanda interna y externa, menor inversión y reducción de la financiación, el informe concluía que al menos un 5% de las empresas se vería abocada al cierre de su actividad.

Con todo, el mensaje de Zubiaurre en las Juntas Generales sonó más moderado que el lanzado el pasado martes por el presidente de la patronal vasca Confebask, Miguel Ángel Lujua, quien no dudó en calificar como «errónea y equivocada» la política desarrollada hasta ahora por Bildu al frente de la Diputación guipuzcoana. Lujua fue muy duro al criticar la paralización de las inversiones en infraestructuras en este territorio, al tiempo que animó a que la estrategia se dirija a crear empleo. «Salimos de la crisis creando empleo -dijo Lujua- para que los que trabajen paguen impuestos. Es la única forma de salir, no subiendo impuestos».

En la actualidad, la Diputación de Gipuzkoa lidera un movimiento para reformar el Impuesto de Sociedades que puede provocar un importante aumento de la presión fiscal en las grandes empresas, ya que se pretende eliminar buena parte de las deducción admitidas hasta ahora en este tributo.