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Un compañero de la víctima observa la motocicleta, que acabó junto al guardarraíl. / L. Calabor
Fallece un motorista en Galdames al chocar contra un muro en una curva
suceso

Fallece un motorista en Galdames al chocar contra un muro en una curva

La víctima, de 35 años y vecina de Sestao, volvía con tres amigos de una excursión y salió despedida una decena de metros

SERGIO LLAMAS

Lunes, 12 de marzo 2012, 12:02

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Un joven motorista de Sestao perdió ayer la vida en la carretera mientras volvía de una excursión con otros tres amigos por la Bi-2701, en Galdames. El conductor, al que sus compañeros identificaron como Sendoa, de 35 años, se salió de la calzada en una curva cerrada a la altura del barrio La Olla, en sentido Muskiz, hacia las 15.45 horas. El siniestro se produjo cuando no llovía y la carretera estaba seca. Se trata de en un tramo en el que los vecinos advirtieron que se producen muchos accidentes.

El joven sestaoarra conducía una Suzuki GSX-R, de 750 cc. Uno de sus compañeros de viaje, Iñaki Furelos, explicó que la víctima, que regentaba un bar en Vía Galindo de Sestao, tenía experiencia con la moto. Su grupo ya había organizado excursiones similares anteriormente y conocían la carretera. «Era la primera salida que hacíamos en primavera, porque el tiempo no estaba acompañando», relataba ayer con una mueca de dolor. Los servicios de emergencia trataron de reanimar al hombre cuando llegaron al lugar, aunque pese a sus esfuerzos no pudieron salvar su vida.

Los amigos de la víctima explicaron que no llegaron a ver el accidente porque circulaban alejados unos de otros. Al parecer, Sendoa iba el segundo de la fila, y aunque pudo tratar de frenar a juzgar por las marcas dejadas en la vía, su vehículo salió despedido y chocó contra el pequeño muro de una vivienda cercana. Después del brutal impacto, la motocicleta rebotó y salió despedida otra decena de metros.

Frecuentes accidentes

«Todavía no me lo explico», aseguró ayer uno de los compañeros que circulaba en primer lugar y que sólo se percató del accidente cuando comprobó que sus amigos no le seguían. Según su testimonio, al volver descubrió que la fatalidad se había cebado con su amigo: se había estrellado contra el único tramo del guardarraíl, de apenas un metro de largo, que por hallarse junto al acceso a una vivienda, no disponía de protección para motoristas.

David Fernández, el hijo de la familia que es propietaria de la vivienda desde hace ocho años, explicaba ayer a este periódico que «los accidentes son habituales en la zona, aunque éste es el primer siniestro mortal que se registra allí. Raro es el fin de semana que no ocurre algo; si no es en esta curva, es en la anterior o en la siguiente. Podrías poner una grabadora junto a la casa y cada diez minutos oirías chirriar ruedas», afirmó. Él no presenció el accidente de ayer, pero sí apuntó que el exceso de velocidad juega un papel importante en muchos de los siniestros ocurridos en ese punto. La carretera alterna en esa zona tramos de 60 km/hora con otros de 90.

A las seis de la tarde llegó la grúa para retirar la motocicleta siniestrada. El vehículo todavía tenía entonces incrustada una gruesa cadena de metal entre el manillar y el asiento, que al parecer se llevó consigo al salirse de la carretera. «La habíamos instalado, sujeta al guardarraíl y cerrando el acceso a la finca que rodea a la vivienda, para que no entraran los coches, porque la Diputación nos había dicho que algunos usaban este punto como vertedero», explicó el hijo de los inquilinos.

No es el primer accidente de moto con resultado de muerte registrado en el término municipal. A mediados de octubre de 2010, un policía local de Bilbao de 49 años perdió la vida al precipitarse por una sima de 120 metros en los Montes de Triano.

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