Encarcelada en París la militante de Segi por dejar su ADN en una bomba

La militante vascofrancesa de Segi Naia Lacroix, detenida el martes en Saint-Pée-sur-Nivelle, ingresó ayer por orden judicial en la prisión de Fresnes (periferia de París) acusada de un atentado frustrado contra una casa de veraneo. Diferentes agentes políticos, sociales y sindicales del movimiento independentista presentaron en San Sebastián un manifiesto de apoyo y solidaridad en el que piden su puesta en libertad.

Naia Lacroix, de 21 años, compareció a primera hora de la tarde ante la jueza antiterrorista de París Jeanne Duyé, quien la inculpó de asociación de malhechores y tentativa de destrucción de un bien inmobiliario mediante sustancias explosivas. Posteriormente, un magistrado especializado dictó en su contra un auto de prisión provisional a instancias de la Fiscalía.

Los cargos imputados obedecen a la identificación del ADN de Lacroix en una bomba casera localizada sin estallar el 20 de enero de 2011 en la terraza de una residencia secundaria situada en la pedanía de Artzirin. en Saint-Pée-sur-Nivelle. En el lugar de los hechos, los gendarmes encontraron pintadas con el lema 'Euskal Herria ez da salgai' (El País Vasco no está en venta), firma habitual de los atentados contra intereses inmobioliarios en el País Vasco francés. La acusada negó tener relación con los hechos en la comparecencia judicial.

En el acto que se celebró ayer en San Sebastián, el portavoz de Gazte Independentistak, Andoni Rojo, acompañado de la miembro de ENHE, Eneritz Otamendi, denunció una obstrucción «al camino de la normalización de Euskal Herria». Tras criticar «un duro y grave ataque contra el proceso de paz y normalización política», censuró a los gobiernos español y francés por seguir «inmersos en una burbuja represiva».