Díez Jalón renuncia a su cargo para dirigir el área jurídica del Ministerio de Economía

La defensora del Pueblo, María Bueyo Díez Jalón, presentó ayer su renuncia ante el presidente del Parlamento riojano, José Ignacio Ceniceros, un mes y medio después de que su mandato de cinco años concluyera. «La institución necesita un defensor titular y lo importante es que la institución siga adelante aunque las personas vayamos pasando», alegó Díez Jalón, que hoy mismo se incorpora al Ministerio de Economía y Competitividad para dirigir su área jurídica.

Hace cinco años la Defensoría del Pueblo veía la luz en La Rioja. Díez Jalón tuvo que empezar de cero con la labor; «darla a conocer a todos los ciudadanos, recorrer los 174 municipios, dar conferencias a todas las asociaciones de discapacitados, enfermos, mayores, menores, institutos...». Una labor fervorosa, define.

Tanto el presidente de la Comunidad, Pedro Sanz, como Ceniceros, quisieron agradecer su trabajo a Díez Jalón. El presidente del Parlamento cuenta con un mes para poner en marcha el procedimiento de elección del nuevo defensor después de comunicar la renuncia a la Mesa de la Cámara, tras lo cual, la Comisión de Peticiones de la Cámara legislativa riojana presentará al candidato o candidatos al cargo y, posteriormente, se elevará la propuesta al pleno del Parlamento.

Sanz recordó que «le pedimos que asumiera la puesta en marcha de la institución, algo que hizo con ilusión».

Díez Jalón asegura que el recorte que sufrió el presupuesto de la institución del 33,7% el pasado mes de diciembre no ha influido en su decisión, a lo que Ceniceros agregó que «la institución va a seguir funcionando», y afirmó que su desaparición «no está en la mente de nadie». Aunque el presidente reconoció que ha habido determinados servicios en los que la defensora ha tenido que contar con el apoyo del Parlamento.

El Parlamento de La Rioja asumirá la gestión administrativa de la Defensoría hasta que se elija y nombre al nuevo Defensor del Pueblo.

Defender y proteger

Sus primeros pasos estuvieron encaminados a divulgar las funciones de la institución para que los ciudadanos pudieran hacer uso de él, como atestiguan las cifras que la defensora ha recogido a lo largo de este tiempo. «Poco a poco con un trabajo que está basado en la autoridad y en el prestigio social, hemos hecho la función que correspondía, proteger y defender a los ciudadanos frente a las administraciones públicas», explica. «He puesto a la institución en cuotas de prestigio impresionantes en muy poco tiempo», precisa.

Cada miércoles y cada viernes la defensora se reunían con los ciudadanos que trasladaban sus quejas o peticiones. Pedir información a la administración y «decir a la administración desde mi autonomía y mi independencia que, cuando algo estaba mal, estaba mal, y que había que rectificarlo» estaban entre sus funciones diarias.

Pero si Díez Jalón recuerda algo con especial interés de estos cinco años es la respuesta que la ciudadanía riojana ha dado a la institución. «Personas que han tenido una relación directa con la oficina, como por ejemplo, alcaldes de municipios pequeños que contaban con muy pocos medios pero que sabían que tenían que colaborar conmigo. En el recuerdo me queda ese alcalde de un municipio muy pequeñito, que me dice que no tiene secretario, que lo comparte con otros tres municipios, y que me viene él mismo con el expediente y me dice 'coge defensora lo que me hace falta', y con eso me quedo», rememora Díez Jalón.

En un repaso a su actividad, la defensora reconoce que ha tenido tareas difíciles, especialmente «cuando ves que la administración no es receptiva, que no contesta, que espera a que le mandes un segundo o un tercer requerimiento, que agota siempre hasta el último momento... Eso ha sido siempre un poco agotador». Sin embargo, el balance final es positivo, advierte, ya que «con tesón y con ganas de trabajar, siempre se consigue lo que uno busca.