Blázquez cuestiona como pregonera de Semana Santa en Valladolid a Santamaría

Una semana después de que el alcalde de Valladolid, Javier León (PP) anunciara la designación de Soraya Sáenz de Santamaría como pregonera de la Semana Santa en su ciudad natal, el arzobispo de la diócesis, Ricardo Blázquez, ha salido al paso de la decisión municipal y ha cuestionado la elección por «la situación matrimonial» de la vicepresidenta del Gobierno.

La portavoz del Ejecutivo de Rajoy, madre hoy de una niña, se casó por lo civil en 2005, en una ceremonia íntima a la que solo asistieron 32 invitados. La pareja -su marido, Iván Rosa, es abogado del Estado, como ella- quería una «boda especial y diferente» y cumplieron sus deseos en un acto celebrado en Brasil del que dio fe un cónsul amigo. Una decisión que causó un cierto disgusto en una parte de la jerarquía católica española por el ejemplo que suponía en una figura relevante de la política española, y también en algunos sectores del PP.

La decisión del regidor vallisoletano, anunciada el pasado día 6, provocó un movimiento de rechazo en sectores integristas de la Iglesia que, si bien elogiaban la capacidad intelectual y de gestión de Sáenz de Santamaría, destacaban la «incoherencia» de una situación que entraba en colisión con lo establecido por la Iglesia. Y, de paso, arremetían con dureza contra el exobispo de Bilbao, al que se presionaba para salir al paso de la iniciativa del consistorio.

Blázquez, con la prudencia que le caracteriza, terció ayer en la polémica para quejarse de no haber sido consultado sobre un asunto medular en la diócesis, como es el pregón de su Semana Santa. El prelado se preguntó si es una buena elección dada «su situación matrimonial», aunque a renglón seguido precisó que su apreciación «no va más allá de lo que va el Código de Derecho Canónico». El arzobispo, siempre conciliador, no convertirá esta cuestión en un 'casus belli' y asistirá al pregón, programado para el próximo 23 de marzo en el presbiterio de la catedral, «por tratarse de un género literario, más que de una homilía o de un sermón». Lo que si hará Blázquez, a partir de ahora, es pedir al Ayuntamiento que le presente una terna de candidatos a realizar el pregón de la Semana Santa al considerar que se trata de un acto que pertenece al ámbito religioso y que se celebra en un recinto eclesial, como es la catedral metropolitana.

La designación del pregonero es una decisión unilateral del ayuntamiento desde hace 15 años. Sobre este particular, el arzobispo cuenta con el apoyo del máximo representante del PSOE en el consistorio, Óscar Puente, quien se plantea no asistir a la ceremonia del pregón. Los socialistas creen que se trata de una decisión «desacertada» porque se ha utilizado de «forma partidista» un acto que «pertenece a toda la ciudad». El PSOE de Valladolid se ha mostrado partidario de devolver al arzobispo y a la cofradías de la capital la potestad exclusiva de elegir al pregonero.

Al PP se le abrió otro frente en este ámbito la semana pasada en Madrid tras la decisión del ayuntamiento, que ahora preside Ana Botella, de mantener la polémica foto del actor Asier Etxeandia con un crucifijo en el pubis en una exposición en el Teatro Español, porque mantiene un «absoluto respeto a la libertad de expresión y creación», según argumentó Fernando Villalonga, delegado de las Artes. Varias asociaciones, apoyadas por 20.000 firmas, pidieron la retirada de la foto «porque atenta contra los sentimientos religiosos».