Muere un chico por inhalación de humo al incendiarse una lonja juvenil en Elorrio

La sensatez se alió ayer con la fatalidad. A. A., de 24 años y vecino del barrio de Berriozabaleta, en Elorrio, murió ayer en el local de reunión que regentaba con sus amigos en la calle Errebombillo, intoxicado al parecer por el humo que liberó un incendio desatado de manera fortuita. Según fuentes cercanas a la familia, el joven se quedó a dormir en la lonja precisamente para no tener que conducir hasta su casa después de compartir una noche de fiesta con la cuadrilla la víspera de Reyes.

Cerró bien la puerta y las ventanas y encendió un calefactor eléctrico para no pasar frío. Las primeras hipótesis apuntan que ese aparato podría ser la causa del fuego, que «se propagó al sofá cercano», apuntaron fuentes de la investigación. Y, aunque las llamas se extinguieron solas antes de que llegaran los Bomberos, los gases resultaron letales. Fue la propia familia de la víctima la que dio la voz de alarma, preocupada porque su hijo no llegaba a casa para comer.

Rápidamente, allegados del muchacho bajaron hasta el local, que seguía cerrado. «Abrieron la puerta a la fuerza y tuvieron que retroceder porque empezó a salir una gran humareda», explicó un testigo. Cuando los servicios de extinción hicieron acto de presencia, sobre las 14.20 horas, ya no había llamas y al entrar hallaron el cuerpo sin vida de A. A.

«Parece que ni se enteró», se lamentaban algunos vecinos que se acercaron hasta las inmediaciones de la lonja. Era «un chico callado y sensato», describía un amigo de la familia. «Se quedó por no coger el coche y conducir los tres kilómetros que tenía hasta casa, y ya ves... ¡Qué mala suerte!», aseguraba desconsolado. El local en el que se produjo el suceso se encuentra ubicado cerca del casco viejo de Elorrio y había sido acondicionado por el grupo de jóvenes como centro de reunión. «Son chicos que ya están terminando de estudiar o trabajando, no son críos de catorce años», precisaron varios testigos. La víctima trabajaba con su padre y era bastante conocido en el municipio. «Buena gente», coincidían.

Aunque todo apunta a un fatal accidente, la investigación de la Ertzaintza para intentar esclarecer los hechos sigue su curso. El cuerpo del joven fue trasladado al Instituto de Patología Forense de Bilbao, donde se realizará la autopsia para determinar la causa de la muerte. Se da la circunstancia de que Elorrio es uno de los pocos municipios vizcaínos que cuenta con una ordenanza que regula el uso de lonjas como lugares de encuentro juvenil.

Estaa reglamentación se aprobó a finales de 2010, con una moratoria de un año para que los dueños de los inmuebles se ajustaran a los nuevos requisitos, entre los que figuran la presencia de salidas de humos y agua corriente. En cualquier caso, fuentes municipales aseguraron en un primer momento que el local en el que tuvo lugar el suceso «parece ser que es de los que están bien».