«No somos malos todos los que venimos de fuera»

Abdellah El Mekaoui se llevó una gran sorpresa el martes, al comprobar la repercusión que había tenido su gesto de devolver el día anterior un sobre extraviado con 400 décimos de la Lotería de Navidad valorados en 8.000 euros. Considera que su actuación es «algo normal, lo que tenía que hacer», y como no le dio ninguna importancia, prosiguió con sus quehaceres diarios. Pero los responsables de la Expo Gela de San Francisco, punto de información cultural donde acudió con ese tesoro impreso, le han buscado para «reconocerle el gesto de traerlo aquí, sin ningún afán de notoriedad y recompensa», explicaba Ana Reka, coordinadora de la fundación Bilbao Historiko, gestora del centro.

El lunes por la mañana, este marroquí de 28 años encontró los boletos mientras realizaba unas compras. «Estaba cerca de Zabalburu y vi un sobre en el suelo. No sé por qué, pero me agaché a cogerlo», recordaba. Las prisas le obligaron a pensar rápido. «Tenía que abrir mi peluquería y conocía la Expo Gela, así que decidí que lo mejor era llevarlo allí». Después se dirigió a su negocio, en la calle Zabala.

«Si encuentras algo que no es tuyo, tienes que devolverlo o buscar una forma de que llegue a su dueño». «No somos malos todos los que venimos de fuera. El problema es que a veces pagamos unos, porque la gente está muy 'chocada' con algunas cosas que hacen otros», lamentaba. De hecho, reconocía no haber hablado del tema ni siquiera con los amigos, abrumado por el eco mediático, «aunque ahora se van enterar todos», bromeaba.

Diploma de agradecimiento

Pese a que prefería mantenerse en el anonimato, todos sus clientes conocerán su gesto. La fundación integrada por las asociaciones de comerciantes del Casco, el Mercado de La Ribera y Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala le entregó ayer un obsequio. Un diploma de agradecimiento que ocupará un lugar privilegiado en la peluquería que regenta desde hace apenas un año.

En el mismo acto, el joven puso los boletos en manos de la delegada en Bizkaia de Loterías y Apuestas del Estado. Maite Madariaga reconocía no tener constancia de que «alguna vez se haya perdido una cantidad tan grande». Un volumen de cartulinas que impactó a El Mekaoui, quién aseguraba que no se planteó quedarse ninguno. «No juego a la lotería», zanjaba para disipar dudas.

La otra mitad de este cuento con final feliz, que según Reka «está fuera de Bilbao», no se ha pronunciado. Pero Abdellah se solidariza con el dueño de las papeletas: «Si estuviera en su lugar, la pérdida me hubiese hecho sufrir mucho».