Falsos mitos del sistema electoral

Hace un par de años un joven logroñés de solo diecisiete años elaboró para una de las asignaturas del Bachillerato Internacional que cursaba en el instituto Sagasta un trabajo que llamó 'No tomarás el nombre de D'Hont en vano'. En él desmontaba en solo 25 páginas ese mito tan extendido de que la Ley D'Hont, que se utiliza para asignar escaños en las elecciones, resulta injusta para los partidos minoritarios. Lo hizo aplicando un caso práctico -los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo de 2009- a diferentes sistemas de reparto de escaños que se usan en la actualidad y concluyó que el D'Hont es el que genera menos «distorsiones», y que, si bien no beneficia a los minoritarios, tampoco les perjudica de forma excesiva.

Este alumno es Juan Álvarez Hernando, hijo del exconcejal de Izquierda Unida, ecologista y autor de varios libros Carlos Álvarez González. Ambos acaban de publicar este y otros dos trabajos más en un libro editado por el Ateneo Riojano bajo el título '¡Democracia!', que puede conseguirse en las librerías logroñesas.

Padre e hijo se sorprendieron con los resultados que, según Carlos Álvarez, «eran brutales, resultó ser el sistema más justo de todos». Se partía de la idea de que el reparto ideal sería aquel en el que el precio del escaño en votos fuese el mismo para todos. «Las diferencias de precio con respecto a la media son las que marcan las pequeñas injusticias, que se van sumando y al final se halla cuál es el sistema con una injusticia mayor», explican.

Una vez derribado este falso mito de la injusticia de la Ley D'Hont, ambos se plantearon estudiar cuáles son las causas del «evidente» beneficio que obtienen los grupos mayoritarios, que tienen que ver, según los autores, con dos elementos mucho más decisivos: los porcentajes mínimos para acceder a una institución y la compartimentación del territorio en diminutas circunscripciones electorales.

Para demostrarlo, acudieron de nuevo a los datos, y es que gracias a las circunscripciones diminutas se dan situaciones como que en las elecciones generales, un escaño del PSOE o PP cueste de media unos 66.797 y 66.739 votos respectivamente mientras que a Izquierda Unida le cueste 484.935 -siete veces más que a los mayoritarios- o a Rosa Díez 306.078. Por lo tanto, según los autores, «depende que es lo que pienses tu voto no vale lo mismo que el de al lado».

En cuanto a los porcentajes mínimos los datos utilizados son los de las elecciones al parlamento regional y se dan casos como que «el PSOE o el PP tengan dos escaños más que los que les corresponderían porque UPyD o IU tienen uno menos de los que les correspondería al no alcanzar el mínimo del 5%», explica Juan.

El trabajo que cierra el libro es un glosario sobre términos que han salido a la calle gracias al movimiento 15-M, en el que Carlos y Juan Álvarez han participado activamente y sobre los que tenían la necesidad de explicar ya que ven cierta «inmadurez en el debate». El más joven de los Álvarez considera que el 15-M «ha surgido muy tarde, es difícil de explicar que con la situación no haya surgido antes, y espero que vaya muy lejos, porque creo que puede cambiar las cosas».