'La Rojita' ya es grande

La selección sub'21 impuso la lógica y un juego solvente para doblegar a Suiza y proclamarse en Dinamarca campeona de Europa trece años después. 'La Rojita' dio continuidad a los éxitos del 'hermano mayor' y cerró el círculo de una racha impresionante, que empezó con la conquista de la Eurocopa en 2008, continuó con el botín planetario del Mundial de Sudáfrica en 2010 y desembocó ayer en otro título continental que garantiza la pervivencia de un modelo ganador, que apuesta por el balón y el toque como herramientas básicas para fabricar éxitos. Dos goles de Ander Herrera y Thiago tumbaron a los helvéticos, incapaces de poner en apuros a un rival superior.

Y eso que las dos selecciones decidieron tratarse de usted. Al menos al principio, momentos de incertidumbre y de cierto equilibrio de fuerzas en los que el respeto presidía la final de Aarhus. Lo del tuteo vino después, con el transcurrir de los minutos, cuando España rompió el protocolo y normalizó su relación con Suiza. Los de Luis Milla repartieron los papeles y se adjudicaron el rol de protagonista, un camerino hermoso y las frases más chulas del guión, mientras que los helvéticos se sentaron en el patio de butacas a la espera del espectáculo. Aceptaron la invitación y durante un tiempo impidieron a 'La Rojita' desplegar el juego que les llevó a la última ronda del torneo de Dinamarca. Sembraron de minas el centro del campo y propusieron el cuerpo a cuerpo como forma de combate, pero se descosieron poco a poco bajo el peso de una selección fuera de su alcance.

El caso es que España se hizo con el balón y tardó poco en enseñar su tarjeta de visita. Corría el minuto 3 cuando Javi Martínez, el hombre del partido y probablemente el mejor jugador del Europeo, se inventó una gran jugada y fabricó un caramelo que Adrián dejó escapar. Estaba solo ante el meta Sommer, un tanto escorado a la izquierda, pero en vez de lanzar buscó el centro sin encontrar a nadie. Los suizos no variaron su puesta en escena y plantearon una batalla en una franja de apenas treinta metros, con muchos futbolistas en la medular y presión asfixiante en la zona de creación.

No tenían ningún motivo para cambiar. Habían llegado invictos a la cita de Aarhus -ganaron los tres partidos del grupo y también la semifinal- sin encajar un solo gol. Porque Suiza sabe jugar al fútbol, cuenta con gente talentosa como Shaqiri y Mehmedi y trata la pelota con cariño, con criterio, aunque resulta complicado quitarle a España su piedra filosofal. 'La Rojita' necesita el balón para sentirse poderosa y manejar los tiempos, sostener el bastón de mando y desgastar al contrario con sus pases.

La maravilla de Thiago

Y eso es lo que ocurrió ayer. Tardó España en salir de la telaraña helvética y, de hecho, su primer disparo no llegó hasta el minuto 34, cuando el tiro de Thiago rozó el palo derecho de Sommer. Shaqiri había probado los reflejos de De Gea unos minutos antes, pero el portero del Atlético estuvo en su sitio y puso los puños para despejar el trallazo del '10' suizo, de origen kosovar. Y al filo del descanso llegó el primer zarpazo de 'La Rojita'. Dídac puso un medido centro en el corazón del área y Ander Herrera robó la cartera a los dos centrales y mandó el balón a la red.

Los suizos intentaron levantarse en la reanudación y lo más que consiguieron fue ponerse de rodillas. España controlaba el partido, con algún que otro susto -Klose rozó el empate en el minuto 78-, y entonces Thiago pintó un gol de dibujos animados. Vio que Summer estaba mal colocado y mandó un misil de unos 40 metros que torpedeó el sueño helvético. 'La Rojita', eufórica, ya se ha hecho grande.