«Siempre soñé con ser Liza Minnelli»

La undécima sesión del 18º Musiketan, el ciclo de conciertos en pequeño formato patrocinado por EL CORREO, presentará mañana (Sala BBK, 20 h, 11€) a la cabaretera, empática y expansiva Chloé Lacan: «Todavía no sé cómo será el concierto, pero supongo que no será igual que en Francia. No hablo vasco ni español en absoluto. Si el publico no entiendo las letras, será diferente a lo habitual. Las letras son muy importantes en mi música y en mi humor. Pero en Bilbao voy a hablar más con mi música, mi voz, mi cara... Veremos. Me gustan las sorpresas», responde desde su hogar en París, la ciudad donde nació y siempre ha vivido. «Estoy junto al gato, que está durmiendo, como de costumbre. ¿Si estoy casada? Sí, me casé con los gatos, pero aún no tenemos hijos. Tengo 35 años. Dios mío, ¡cómo pasa el tiempo!».

La música de Chloé es alegre. Da la impresión de que ella era la chica divertida de su clase, pero... «No, para nada. Yo era muy tímida. Sobre el escenario soy una persona diferente. Me gusta el humor, lo necesito para vivir, así como la música, pero agrada el humor con un poco de paz melancólica. Tristeza y poesía. Igual que Charlie Chaplin. Fue uno de los mejores para mí».

Ella también es actriz. «Mi rol de intérprete es muy importante en mis shows. El modo en que toco es muy teatral. Me gusta cantar y adoptar los caracteres al mismo tiempo».

Sobre sus influencias, enumera: «Gente muy diferente en realidad, como los cantantes franceses Claude Nougaro, Barbara y Jacques Brel (que era belga), pero también Ella Fitzgerald, Liza Minnelli, María Callas, Astor Piazzolla, Tom Waits, Kurt Weill, Lhasa, Charlie Chaplin, Peter Sellers... Demasiados. Necesito escuchar mucha música y ver montones de películas y obras de teatro. Lo necesito para vivir». El cabatet también parece marcarle. «Claro que sí. Cuando era joven veía cantidad de musicales: 'Cantando bajo la lluvia', 'Cabaret', 'New York, New York'... Me gustan Bob Fosse, las óperas de Brecht y Kurt Weill, y siempre he soñado con ser una especie de Liza Minnelli. O sea que debe ser una gran influencia en mis trabajos».

'Placeres solitarios'

Artista completa, la parisina toca el piano y también el acordeón. «A los 20 años me enamoré de un acordeonista de música tzigane. Nunca le conocí, pero le vi y de inmediato me compré un acordeón y mi vida cambió. En la televisión siempre ponen hermosas mujeres rubias al lado de un coche grande, y automáticamente los hombres necesitan comprar el coche. Supongo que a mí me pasó lo mismo». Chlóe figuró diez años en un grupo llamado La Crevette d'Acier. «Era una suerte de banda teatral y cantarina. Éramos todos actores y cantantes. Fue un proyecto muy divertido». Pero en 2008 ella se animó a volar en solitario. «Necesitaba ver lo que había dentro de mí. Necesitaba escribir, porque nunca había compuesto antes. Debía buscar algo más personal y necesitaba estar sola para encontrarlo».

Revela sus hallazgos en el disco 'Placeres solitarios', misterioso, hipnótico, exótico y cabaretero. Tocado con soltura y cantado con fuerza. Lo comenta la autora: «No sé cómo se puede traducir este título, pero me gusta mucho. Es exactamente el título correcto para mí ahora mismo. Porque yo elegí la soledad para este momento, o sea que es una soledad feliz, deliciosa. Y también en francés 'Plaisirs Solitaires' tiene otro significado, más erótico, que me gusta. Todas las canciones son parte de mí. Escribo mucho sobre mis miedos, mis sueños, mi debilidad... Es más fácil hablar de estas cosas con música, poesía y humor».