Telefónica planea recortar un 20% su plantilla

El grupo Telefónica, la mayor compañía española por dimensión y beneficios, se plantea recortar un 20% su plantilla en España a lo largo de los próximos tres años. La decisión responde a la necesidad de adaptarse a un mercado aún debilitado y al impacto de la competencia, y fue dada a conocer ayer en una conferencia de inversores que se celebró en Londres. La operadora prescindirá de un colectivo que estará en torno a los 5.600 empleados, aunque el recorte podría llegar a 6.400, según que las salidas afecten en mayor o menor medida al área de telefonía fija, que cuenta con 28.000 de un total de 32.000 personas y es la más 'tocada' por la nueva situación del sector. Se desconoce cómo afectará el recorte en Euskadi, donde tiene en torno a 2.000 trabajadores.

La compañía se prepara para negociar con los sindicatos medidas que reproducirán las pautas de anteriores ajustes. Habrá bajas incentivadas, prejubilaciones y externalización de funciones.

Guillermo Ansaldo, presidente de Telefónica de España, concretó unos proyectos que, en forma de rumor, ya se habían extendido los últimos días. Ansaldo evocó que los ingresos de la actividad en España descendieron el 4,4% en 2010, hasta situarse en 18.711 millones de euros -el negocio de banda ancha cayó el 6,3%, y el de móvil el 4,6%- y enmarcó este retroceso en un escenario en el que la recuperación de la actividad lleva considerable retraso. Mientras el beneficio operativo del grupo creció el 20,7%, el de España se contrajo el 14,5%. Por eso se anunció previamente el recorte en un 6% de los mandos intermedios y ahora se confirma la existencia de otros proyectos para compartir inversiones con la competencia (redes de fibra óptica y móviles), así como una negociación del convenio que vinculará productividad y salarios.

La noticia no tuvo efectos en la Bolsa, donde sus acciones bajaron el 1,06% en una jornada en que el Ibex-35 cayó el 1,51%.

La disposición negociadora de la empresa enlaza con su historia laboral, pero también es una condición inevitable. No se puede plantear un expediente de regulación de empleo similar a los de las compañías en dificultades cuando Telefónica ganó 10.167 millones de euros el pasado año y va a distribuir 7.300 millones de dividendo, ambas cantidades récord en el colectivo de las empresas españolas. En concreto, repartirá 0,75 euros brutos por acción, según comunicó anoche a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Ministro de Trabajo

Por todo ello, el anuncio de Telefónica no ha sido recibido con parabienes. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, recordó ayer que no es un buen momento para llevar a cabo ajustes de plantilla «de una dimensión tan importante». Reconoció, no obstante, que el ámbito de actuación de la operadora es extraordinariamente competitivo, y confió en que, una vez más, se mantenga la tradición de diálogo y consenso con los interlocutores sociales.

La historia laboral de Telefónica es una sucesión de expedientes de regulación de empleo. De hecho, el mayor de los negociados en España lo protagonizó la operadora, que entre julio de 2003 y diciembre de 2008 consiguió reducir su plantilla en 13.900 empleados, con un coste total de 3.500 millones de euros, unos 250.000 de media por trabajador. Hubo ruidosas protestas, pero la solución fue pactada.

Para UGT, sindicato mayoritario, Telefónica no puede abordar un plan de ajuste «unilateralmente». La central abogó por alcanzar acuerdos que abarquen tanto a los trabajadores que abandonen la compañía «voluntariamente» como a los que se queden en la empresa, para los que exigió «garantías de actividad y de integración».