El Barakaldo tratará de sorprender a un Huesca «muy fuerte»

El club de balonmano Barakaldo está acostumbrando a su afición a recibir alegrías en la recta final de la temporada. Ya ni los partidos fuera de casa se le resisten. Claro ejemplo de ello fue su enfrentamiento de la semana pasada contra el Ademar de León, que se saldó con un contundente 30 a 38 a su favor. Gracias a la gran racha de resultados cosechada por los fabriles en el último par de meses, su objetivo de mantener la categoría ya está más que cumplido e incluso todavía conservan la posibilidad matemática de clasificarse para la ronda de ascenso. Los seis puntos de diferencia que les separan del Cangas, sin embargo, parecen todo un mundo para cuatro jornadas. En esta situación, el conjunto auriazul se ha fijado una nueva meta: mantener su actual séptima plaza. Una propuesta nada sencilla si se tiene en cuenta que sus dos próximos rivales serán los dos primeros clasificados de la división de honor plata, el Pilotes y el Huesca.

El primero de estos dos fatídicos encuentros lo disputarán mañana en Lasesarre (18.30 h.) contra el combinado aragonés. «El Huesca es un equipo muy fuerte, pensado para ascender a la Asobal y que ha llegado a la segunda posición por méritos propios», adelanta Txanpi Rivero, entrenador del Barakaldo. Ante un enfrentamiento de tan alta dificultad, el técnico auriazul quiere que sus jugadores «disfruten». «Ya estamos salvados, por lo que será un partido muy bonito para toda la plantilla, donde intentaremos hacer nuestro balonmano», detalla. Su intención vuelve a ser dar minutos a todos sus hombres para seguir trabajando la cantera del club.

Alzarse mañana con la victoria parece complicado, pero últimamente el equipo fabril está acostumbrando a sus seguidores a las sorpresas positivas. «Contra el Huesca también trataremos de dar la campanada, pero será difícil sortear su defensa 3-2-1», detalla Rivero. A su entender, la zaga del conjunto aragonés le permite lanzar unos contraataques «devastadores», lo que combinado con su «gran flexibilidad ofensiva» le convierte en un rival temible. «Para contrarrestarlo, trataremos de leer bien su juego y que no nos rompan la circulación del balón», adelanta el técnico auriazul.