«Con la crisis actual habrá que tirar más de la cantera»

Ainhoa Arteta se siente satisfecha del momento. Tiene una apretada agenda profesional y disfruta sobre el escenario. «En el teatro, cantante y público están piel con piel y esa sensación nada lo puede superar». En lo personal reconoce que «sufre mucho», al no poder estar con su pequeño todo el tiempo que quiere ahora que está empezando a caminar. «Pero todo se arregla con la complicidad de la familia, el skype y demás ingenios».

En esta ocasión interpreta a 'Tatiana', la joven enamorada en la obra 'Eugene Onegin', de Chaikovski que estrena la ABAO la próxima semana en Bilbao. Todo un reto, sobre todo por el idioma, para una soprano que ya casi ni recuerda cuántas 'Bohèmes' ha interpretado a lo largo de su carrera. Se confiesa preocupada, como todos, por los efectos de la crisis económica y advierte que «no podemos permitir que se escapen los últimos años de crecimiento artístico en España. Una buena fórmula es apostar más por la cantera».

- Se encuentra en un excelente momento, pero aborda un papel casi nuevo y a un músico ruso. ¿Cómo se siente ante esta ópera?

- Ya la había cantado antes, pero cada vez que me enfrento a este rol me resulta más complicado que uno nuevo, porque memorizar en ruso me supone un esfuerzo increíble. Ya ni sé las horas diarias que he dedicado a estudiar este papel. De hecho, estoy con una 'coach' rusa que me está ayudando a prepararlo. Son horas y horas de machacar el texto y después está la dificultad vocal que exige un personaje tan intenso. También es cierto que mi vocalidad actual se encuentra cómoda en el papel de 'Tatiana'.

- ¿Todavía le pone nerviosa estrenar?

- Un cantante es un músico en evolución, siempre estamos estrenando. A esto se suma que cada vez cambia la producción. A mí todo esto lo que me añade es adrenalina, excitación, sobre todo cuando el trabajo ha sido muy bien preparado.

- ¿Da más miedo un público que otro?

- El público no me da miedo, me lo da las obras; el no poder preparar algo de forma adecuada o enfrentarme a un papel para el que no estoy vocalmente preparada. Esto me da pavor. De joven se paga muchas veces el peaje de cantar algo que no te va, pero que tampoco estás en condiciones de rechazar. Por eso estudio mucho cada papel que me ofrecen. No me gusta salir justa a escena, prefiero ir sobrada.

- La ópera está cambiando. Se critica su larga duración, las producciones son cada vez más teatrales... pero, ¿lo está haciendo lo suficientemente rápido?

- Eso que dice tiene muchos matices. La ópera tiene muchas posibilidades y está bien que sea flexible y se modernice. Pero se está dado a veces una imagen equivocada de ella. Por ejemplo, la voz requiere un tiempo de maduración. Es como un vino. No puedes ofrecer un crianza como un gran reserva. Y en el mundo de la lírica se ha puesto de moda la imagen, que algunos papeles tengan un determinado perfil físico, lo que me parece bien, pero no lo puedes encomendar a cantantes que no están vocalmente preparados para ello. Se está 'retirando' a voces maduras por más jóvenes que no dan el papel. Hay cosas que necesitan su liturgia, su momento.

- La crisis económica nos atenaza y no parece que esto vaya a mejorar a corto plazo. Se están montando producciones carísimas y con algunos cachés francamente elevados. ¿Cómo puede afectar a la ópera?

- La situación está cambiando a gran velocidad. En los últimos 25 años de bonanza, en España se han abierto muchos teatros y ha habido un crecimiento artístico y musical importante, y no podemos permitir que se escape de pronto por una crisis económica. Y ello a pesar de la mala Ley de Mecenazgo que tenemos y de una fiscalidad que ahoga a muchos teatros. Hemos pasado de tener dos orquestas a contar con muchas, muy buenas y formadas por profesionales españoles. Lo mismo pasa con los cantantes. Ahora habrá que tirar más de cantera, que hay más que de sobra, y hacer coproducciones. Los cantantes estamos ajustando cachés. Cuando ves el problema en tu casa es una cuestión de moral y ética profesional no dejar que se endeude más. Ya llegará el momento de resarcirnos.

«Mi voz es mi tesoro»

- Pide cambios en el tratamiento normativo cultural.

- Hay que llegar a una nueva Ley de Mecenazgo en este país, lo mismo que en la normativa fiscal para los teatros. No entiendo por qué un libro tiene una imposición del 4% y un teatro del 18%, cuando los dos son bienes culturales. Considero que esto tendría que ser más equitativo y dar un respiro a la cultura.

- Su voz ha crecido y ha conseguido llegar a los papeles que quería interpretar, ¿cómo lo ha logrado?

- Lo he conseguido porque siempre he escuchado a mi voz y nunca la he obligado. Por eso en mi carrera tiene gran importancia el recital donde puedo elegir los temas que me van. Tampoco hago más de cuatro óperas al año, no quiero más. Guardo y cuido mi voz como un tesoro. En septiembre vuelvo a Bilbao con Amelia de 'Simon Boccanegra' y para el 2016 tengo firmado el Tríptico de Puccini y ya tengo dicho a la ABAO que para 'Suor Angelica' y 'Gianni Schicchi' no hay problemas, en cuanto a 'Il tabarro', ya veremos por dónde va mi voz dentro de cinco años. Por eso entiendo cuando un cantante a veces cancela.

- Le gustan otros géneros como el bolero y el jazz, géneros que interpreta sin poner 'voz de ópera' ¿por qué graba este tipo de piezas?

- A mí lo que me gusta es cantar y en mi casa se ha cantado de toda la vida jazz, boleros y demás. La razón de mi incursión en estos géneros fue una cuestión de mercado. Quería y quiero tener una discografía clásica y la compañía me dijo que antes necesitaba hacerme un mercado.

- ¿Por qué ya no se graba clásica?

- Porque no vende, los discos físicos pronto serán una reliquia. Primero hay mucho ya grabado y luego está la piratería. No sé si la ley tiene que ser la Sinde u otra, pero sí tiene que haber alguna en la que se regule todo esto, porque nos estamos llevando por delante un mercado.