Zapatero prepara nuevos ajustes para cumplir con el Pacto del Euro

El Pacto del Euro exigirá nuevos esfuerzos a España. El acuerdo alcanzado en la madrugada de ayer por los 17 países de la Eurozona obliga a los gobiernos a adoptar un programa de reformas para impulsar la competitividad. José Luis Rodríguez Zapatero admitió al término de la cumbre que ya trabaja en los compromisos que deberá asumir antes de final de mes y cuyo cumplimiento se evaluará un año después. El presidente del Ejecutivo podrá elegir entre un catálogo de medidas recogidas en el pacto comunitario que apuestan esencialmente por la moderación salarial y el estricto control del déficit público.

Zapatero compareció en Bruselas cerca de las dos de la madrugada tras una maratoniana cumbre que había arrancado por la mañana. Aunque evitó precisar las medidas que piensa tomar, el líder socialista subrayó que serán compromisos «concretos». Su intención, según agregó, pasa por «dialogar con otras fuerzas políticas» y lograr la «muy necesaria» implicación de los agentes sociales antes de optar por alguno de los nuevos compromisos exigidos por Europa.

El presidente, sin embargo, sí que dejó entrever que una de las reformas que tiene en la cabeza es reforzar legislativamente un tope para el déficit público. El acuerdo del Eurogrupo reclama en este campo que los países reflejen a través de un «instrumento legal suficientemente fuerte y duradero» su compromiso con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, que establece un límite del 3% para el déficit y del 60% del PIB para la deuda. Además, se exige que este estricto control de las finanzas públicas se extienda a las administraciones regionales y locales.

Moderación de sueldos

Aunque el acuerdo comunitario permite cierto margen de maniobra, los países tendrán que enfrentarse también a extremar la moderación salarial. Alemania, gran valedor del pacto, planteaba en un principio eliminar las revisiones automáticas de sueldos en función del incremento del IPC. El documento definitivo no llega a este extremo, pero sí que fija un seguimiento exhaustivo de los costes laborales y su posterior comparación a nivel europeo. El acuerdo, en cualquier caso, remarca que los salarios deben evolucionar en sintonía con la productividad.

Zapatero no aclaró si entre las medidas que presentará en la cumbre del 24 y 25 de este mes figurarán cambios en la revisión de los sueldos. En cualquier caso, juzgó «reduccionista» limitar el debate a los binomios «salarios y productividad o salarios e inflación». El presidente subrayó que existen «muchas fórmulas» alternativas y recordó que resulta «imprescindible» la participación de los agentes sociales en el desarrollo de todo el pacto.

La otra cara de la moneda del acuerdo comunitario es el fortalecimiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Alemania exigía la aprobación del Pacto del Euro a cambio de apuntalar el mecanismo de rescate para los países zarandeados por los mercados. Una vez logrado el consenso, Berlín aceptó aportar las garantías necesarias para que los 440.000 millones del fondo puedan ser utilizados íntegramente.