Las tropas de Gadafi empujan a los sublevados hacia el este

Las tropas de Muamar Gadafi siguen su avance imparable hacia el este libio y ayer consiguieron expulsar a los rebeldes del enclave estratégico de Ras Lanuf. Los sublevados, que ven cada día más clara su inferioridad militar, siguen esperando con ansiedad la ayuda de la comunidad internacional y, sobre todo, la imposición de una zona de exclusión aérea, imprescindible para detener la sangría de la guerra civil.

Ras Lanuf, localizada a unos 450 kilómetros al oeste de Bengasi, fue objeto ayer de una intensa ofensiva de las fuerzas del régimen, que machacaron con artillería y bombardeos aéreos a los sublevados. Los milicianos opositores, que llevaban desde el martes resistiendo, perdieron la plaza el jueves, pero ayer intentaron mantener su presencia en algunas zonas de la ciudad, donde se han producido numerosas víctimas. A última hora de la tarde, sin embargo, parecía imposible contener a los progubernamentales.

Seif el-Islam Gadafi, el más mediático de los hijos del coronel, había prometido lanzar una gran ofensiva que aplastaría a los rebeldes, y ayer sus palabras parecían hacerse realidad. Seif el-Islam, que hasta hace unos meses parecía la cara más amable -y racional- del régimen, se ha convertido en una suerte de portavoz-dóberman, especializado en lanzar amenazas y en intentar dar sentido a los delirantes discursos de su padre. En plena contraofensiva militar, aseguró que los rebeldes están cometiendo «actos atroces» al destripar a sus víctimas y quemarlas.

Amenazas del dictador

Su padre, que tiene un ojo puesto en el frente y otro en las reuniones que se están llevando a cabo en la comunidad internacional, volvió a amenazar ayer a los países europeos con los fantasmas de la inmigración ilegal y el terrorismo. Según recogió la agencia oficial Jana, Trípoli podría «cambiar completamente su política en relación con Al-Qaida», dijo el dictador norteafricano.

Todas las miradas internacionales se centran ahora, sin embargo, en la cumbre extraordinaria que celebra hoy la Liga Árabe en la capital egipcia, y en la que se debatirá la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia. El beneplácito y participación de los países árabes es fundamental para que esta iniciativa salga adelante. Hasta ahora, el organismo se ha mostrado bastante receptivo a la idea, pero no lo ha confirmado oficialmente. Quien sí ha dado ya su apoyo ha sido el Consejo de Cooperación del Golfo, cuyos países miembros, que también forman parte de la Liga Árabe, abogarán hoy en la reunión extraordinaria de ministros de Exteriores por que se establezca esta restricción.

Los rebeldes consiguieron ayer una victoria al lograr que la UE reconozca al Consejo Nacional de Transición como un «interlocutor legítimo». Hoy esperan que la Liga Árabe haga lo mismo, y vote a favor de una zona de exclusión aérea, según dijo ayer a Efe el portavoz rebelde Mustafá Geriani.