Hosteleros piden no mezclar xenofobia con la necesidad de atajar el incivismo

La prueba de campo que realizó SOS Racismo durante la madrugada del sábado en Bilbao -donde ocho de los nueve locales de copas examinados no permitieron el acceso a determinadas personas por el color de su piel- sigue en el centro de la polémica. Ayer, la reunión que mantuvieron representantes de la organización y de la Asociación de hosteleros de Vizcaya terminó como empezó: con las posiciones enfrentadas en torno a un conflicto que, lejos de rebajarse, se está adentrando en otro tipo de problemas sociales.

El motivo principal de fricción se centró en el contenido del «decálogo de actitudes para autóctonos e inmigrantes» que el secretario general de los hosteleros, Ángel Gago, presentó a SOS Racismo. El documento reconoce que los locales no pueden impedir el acceso por cuestiones de raza y subraya que los empresarios que incumplan este principio deberán ser sancionados «hasta sus últimas consecuencias».

Gago, sin embargo, reclama que no se tilde de racismo el rechazo a las «conductas inadecuadas» en los locales. Entre las mismas, citó las «actitudes vejatorias hacia las mujeres», los «robos organizados» y las «amenazas permanentes a los porteros». Comportamientos que, según dijo, son realizados «especialmente» por «personas de origen magrebí», lo que acaba provocando el «rechazo general» hacia este colectivo, a pesar de que los infractores «sólo sean unos pocos». A su juicio, estas situaciones «desembocan» en conductas que «nunca deberían haber existido».

Los hosteleros, sin embargo, fueron más allá y no dudaron en reclamar que «cualquier» inmigrante que se encuentre en situación «irregular» abandone Euskadi «si no acredita su medio de vida». Entre otras medidas, también pidieron la supresión de las ayudas para aquellos que carezcan de trabajo y solicitaron la expulsión directa de los que sean condenados.

«Sin medidas»

SOS Racismo considera que estos planteamientos son «peligrosos» en la medida en que pueden alimentar los «discursos xenófobos». Patxi de la Fuente, integrante de la asociación, considera insuficiente el rechazo de los hosteleros hacia las prácticas discriminatorias ya que su posicionamiento no está acompañado de «medidas para atajarlo». «En vez de enfrentarse, lo que hacen es justificarlo y ampararlo», lamentan. En el lado «positivo», SOS destacó el acuerdo alcanzado para pedir a las oficinas de consumidores que diferencien las quejas que se presentan por motivos de discriminación.

Tanto el Gobierno vasco como el Ararteko rechazaron ayer los comportamientos de los locales de copas que negaron el acceso a inmigrantes. Íñigo Lamarca subrayó que la prueba realizada por SOS Racismo le ha producido «estupor» y una «enorme preocupación». Además, anunció la apertura de un expediente para indagar acerca de las inspecciones que realiza la Administración para vigilar que no se produzcan este tipo de hechos.