'Cuidadores', héroes anónimos

'Cuidadores' es la historia en primera persona de un grupo de personas que tienen a su cargo enfermos de alzhéimer. Su director, Oskar Tejedor, ha querido llevarlos a primer plano y convertirlos en héroes de una larga y dura aventura hacia ninguna parte y donde no existe la palabra esperanza. El director de documentales como 'Txalaparta, el eco de un pueblo' y 'Cristóbal Balenciaga' quería sensibilizar a la sociedad y homenajear a los cuidadores.

Tejedor vivió directamente la situación en la que se sumerge una persona que tiene a su cargo un discapacitado por culpa del alzhéimer. Vio cómo su madre cuidaba de su marido. «Quería contar una historia mía, pero al principio no pensaba que iba a tener tanta trascendencia». Comenzó grabando con una cámara la relación de sus padres, cuando su aita ya estaba ingresado en una residencia, «sin saber lo que quería, sólo buscando una perspectiva emocional a la tragedia que estábamos viviendo».

Tras la muerte de su padre el deseo de trasmitir sus sentimientos fue creciendo. El realizador recuerda que fue como una especie de terapia. Lo que más le fascinó fueron «esas tardes de silencio, todos los días del año, cuando mi madre iba a ver a su marido». «No había comunicación. Sí un día mi padre comía, la ama se sentía util. Los cuidadores tienen la sensación de que no hacen lo suficiente. Eso me dolía mucho porque son gente que lo dejan todo por cuidar a su pareja, a sus padres o a sus hermanos. Ellos pasan a segundo plano y esa situación les afecta profundamente».

De su propia experiencia había constatado que «la sociedad todavía no está sensibilizada. Siempre se pregunta por el enfermo y se obvia al cuidador, cuando son dos enfermos con dos males muy distintos, pero originada la una por la otra».

Cuando decidió contar su historia lo primero que hizo fue buscar documentación. Si existía alguna película o documental que le pudiera ayudar en su investigación. Contactó con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFAGI) para ver qué actividades estaban realizando. Allí descubrió la existencia de los grupos de apoyo y fue cuando vio claro por dónde tenía que ir su película. Comenzó a escribir el guion y «curiosamente entre las páginas que redacté y el resultado final de 'Cuidadores' hay muy poca diferencia. Mis hipótesis estaban tan desarrolladas que casi se podían tocar».

Una vez decidido el grupo les estuvo grabando durante año y medio, para mostrar la evolución personal del cuidador. Tuvo claro que no quería entrar de golpe en la vida de estas personas que sufrían. «Dejé que el grupo fluyera, que se encontraran a gusto, se conocieran y, sobre todo, que me conocieran a mí. Era muy importante que supieran quién era yo y qué pretendía. Si se iba a hablar de sus vidas, lo mejor es que fueran ellos mismos los que explicaran su situación».