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El paso a nivel de Urduliz. :: PEDRO URRESTI
El Gobierno vasco recorta de 36 a 15 millones el proyecto para soterrar el metro en Urduliz
suburbano

El Gobierno vasco recorta de 36 a 15 millones el proyecto para soterrar el metro en Urduliz

Plantea cubrir 550 metros de trazado, 250 menos de los acordados por el PNV en 2007, dentro de un «contexto de contención»

EVA MOLANO

Sábado, 19 de febrero 2011, 10:34

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El soterramiento del paso a nivel de Urduliz ha sido durante los últimos meses un motivo adicional de confrontación entre el partido que lidera el Gobierno vasco y la cúpula jeltzale, pero proporcionar una solución técnica a este punto negro de la red de metro no ha quedado en vía muerta. De hecho, el Ejecutivo movió ayer ficha para intentar lograr un acuerdo con el Consistorio y la Diputación que permita encarrilar el proyecto. Su Departamento de Transportes ha diseñado una actuación que afectará a unos 800 metros de la vía a su paso por la localidad y que pretende eliminar el problema de seguridad que supone la existencia de unas barreras que cada 10 minutos interrumpen el tráfico viario, además de hipotecar una posible mejora de las frecuencias del suburbano una vez se inaugure el hospital comarcal, en 2013.

La propuesta socialista de viabilidad técnica es más modesta que la alternativa escogida por el Gabinete que presidía Juan José Ibarretxe, la Diputación y el Ayuntamiento para eliminar las barreras. La inversión asciende a 15,3 millones de euros, frente a los 36 que suponía la fórmula del PNV, que implicaba un soterramiento que abarcase todo el término municipal para así destinar la superficie a zonas verdes y de esparcimiento. El anteproyecto que defiende el PSE también plantea una rebaja sustanciosa en cuanto a las aspiraciones de la anterior cúpula del Consorcio de Transportes: la construcción de una nueva estación soterrada y el cubrimiento de 550 metros de recorrido, 250 menos de los planteados por los nacionalistas.

Visto sobre plano, el trazado discurriría de forma similar al existente. La actuación comenzaría al final de la recta ubicada al norte de las cocheras de Sopelana, enlazando a través de una curva con la alineación de la futura estación de Urduliz y el falso túnel bajo la calle Antsonekoa. Según fuentes de Transportes, la nueva estación contaría con un vestíbulo exterior de acceso a viajeros a cota de calle, enlazando con un andén central a nivel inferior de 6 metros de anchura y 90 de longitud, a través de una escalera fija y ascensor.

Batalla política

Mientras, el soterramiento comenzaría en los 250 metros anteriores a la ubicación del futuro apeadero. «Esto mejorará considerablemente la permeabilidad y la inserción en el entorno urbano que está previsto en el municipio. De esta manera se elimina la trinchera ferroviaria y el espacio que quedará liberado podrá ser utilizado, entre otros fines, a zonas de esparcimiento», argumentan. El plazo de ejecución de la obra, compatible con el futuro desdoblamiento a Plentzia, sería de 22 meses.

Según un portavoz del Ejecutivo, «la propuesta se basa en políticas de ajuste presupuestario. Si la Diputación colaborase, no habría más problema. Y 15 millones parece una cifra más razonable que 36 para los tiempos que corren».

El viceconsejero Ernesto Gasco presentó ayer esta propuesta al alcalde de Urduliz, Juan Olea, y a la diputada foral de Transportes, Pilar Ardanza. Aún está por ver si la Diputación y el Consistorio dan su visto bueno. De llegar a un consenso, Urduliz abonaría 4,2 millones y el Consorcio de Transportes se haría cargo del resto con aportaciones al 50% de la Diputación y el Gobierno vasco. Pero esas fueron las condiciones pactadas en 2007, cuando, tras tres años de debate institucional, el Ayuntamiento, el anterior Ejecutivo y el ente foral eligieron la alternativa más cara, la que pretendía soterrar cerca de 800 metros de trazado entre las inmediaciones del pequeño túnel existente en dirección a Plentzia y el límite con Sopelana, y desecharon las más económicas, que sólo contemplaban un túnel de 300 metros de longitud.

La Diputación y el Ayuntamiento decidieron entonces financiar la diferencia que suponía esta opción frente a la de un soterramiento más corto. Ya en 2010, el Ejecutivo socialista se negó a respaldar el proyecto por su elevado coste. Incluso llegó a proponer al Consistorio que aportara el 50% de la obra si estaba tan interesado, lo que indignó a los mandatarios del PNV. El consejero Iñaki Arriola aseguró que «el coste de lo que el PNV quiere hacer es muy elevado. Lo que no puede ser es que salga más cara la salsa que la perdiz. Se va a construir un hospital que cuesta 40 millones y pretenden que se gaste otro tanto en esta obra. Suprimiremos el paso a nivel sin los caprichos que el PNV quiere».

Su postura fue duramente criticada desde las filas jeltzales. El alcalde, Juan Olea, les reprochó «haber transmitido que se trata de un capricho, y no es así. Es una necesidad de toda la comarca, no sólo de Urduliz. La carretera general seccionada por el paso a nivel comunica Mungialde con Uribe Costa; no es un vial municipal, y además el hospital dará servicio a 170.000 personas». Y el Consistorio siguió reservando partidas presupuestarias para financiar el futuro soterramiento.

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