Un respiro a eMule-Paradise

El Tribunal Correccional de París suspendió ayer por vicio de forma el juicio por el mayor caso de descargas ilegales de películas por Internet registrado en Francia. El principal acusado estaba perseguido por haber facilitado el pirateo de más de 7.000 filmes a través de una web llamada eMule-Paradise con la que recaudó 416.000 euros en dos años. Se enfrentaba a una posible condena a tres años de prisión y 300.000 euros de multa, sin contar con los diez millones que le reclaman creadores, productores y distribuidores por sus teóricas pérdidas. Sin entrar en el fondo del asunto, el tribunal percibió al abrir la vista oral errores en el auto de procesamiento y ordenó repetir la instrucción.

Vincent Valade, un joven que había abandonado los estudios en la adolescencia, creó eMule-Paradise en 2005, a los 19 años. El sitio ofrecía de manera gratuita la descarga del programa de eMule y vínculos con la célebre red 'peer-to-peer'. En setiembre de 2006 fue detenido por la Policía, que constató que el sitio contenía 7.113 fichas de películas comerciales, algunas sin estrenar, y recibía hasta 329.771 visitantes diarios.

Detenido de nuevo en octubre de 2006 por no cumplir su promesa de cerrar la página, los investigadores descubieron que se acababa de comprar un Porsche Cayenne por 70.410 euros pagados a tocateja, a pesar de no tener permiso de conducir. Había sacado el dinero de una cuenta bancaria domiciliada en Chipre alimentada por una empresa-pantalla fundada en Belize.

La acusación evalúa en 416.638,48 euros los ingresos obtenidos por Valade con sus actividades en Internet. Pero el 60% de esa suma procede de Prinsex, un sitio pornográfico de pago y legal que aprovechaba el tráfico generado por eMule-Paradise gracias a enlaces. El resto proviene de la publicidad.

Además de fraude fiscal y falsificación, el joven está imputado por «puesta a disposición de películas sin autorización de sus tenedores de derechos». Es un delito anterior a la nueva legislación que amenaza con cortes de suministro a los internautas que se bajan contenidos protegidos de Internet. Pero también difícil de probar.

Condena emblemática»

En Francia hay un precedente que se saldó con la absolución del acusado. El tribunal de Evry sentenció el 19 de enero de 2010 que en el sumario no había la prueba de ninguna descarga ilegal y que el simple hecho de publicar enlaces no era delictivo. Los gendarmes habían enumerado vínculos hacia 2.765 filmes, 308 series televisivas y 694 juegos en el sitio de un joven que confesó haber ganado cerca de 1.000 euros en anuncios.

El abogado de Valade argumenta que eMule-Paradise, cerrada por orden judicial en diciembre de 2006, nunca albergó ni descargó películas y que se contentó con recopiar enlaces hacia eMule, una red de intercambio gratuito de archivos. Los abogados de las partes civiles que se consideran perjudicadas buscan una condena «emblemática» para acabar con el «mito de la gratuidad». «Hay que matar el capital de simpatía inmerecida del que disfrutan los piratas. Lo que hacen no es divertido ni majo pues se enriquecen con el trabajo de los demás sin pagar impuestos ni declarar nada», alegan.

A los 24 años, Valade ha creado un sitio de videncia en línea de pago. «Internet es mi vida», proclama.