Borrar
Zelaya regaló a Zapatero un retrato con el presidente español como protagonista. :: ASSOCIATED PRESS
Regalos al poder
la diplomacia del obsequio

Regalos al poder

Obama ha publicado la lista de obsequios que recibió en 2009. ZP le entregó un libro de Barcelona, un billete antiguo y documentos históricos

ESTER REQUENA

Viernes, 21 de enero 2011, 18:10

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Qué le debe regalar el presidente del Gobierno a sus homólogos en una visita oficial? La pregunta, desde luego, no es nada fácil de contestar... aunque viendo la lista de dádivas que recibió Barack Obama en 2009 todo vale. Lo mismo se le puede obsequiar con una botella de aceite de oliva de unos 56 euros, como hizo el mandatario palestino Mahmud Abás, que con un juego completo de collar, pendientes y anillos de rubís y diamantes valorado en casi 100.000 euros con el que se estiró el rey Abdala bin Abdelaziz de Arabia Saudí. También está la opción 'turístico-histórica' de José Luis Rodríguez Zapatero, que optó por el libro 'Barcelona, Catalonia', un billete enmarcado de cuatro dólares impreso en Filadelfia en 1776 y varios documentos de las Capitulaciones de Santa Fe. Total para las arcas estatales: 550 euros, uno de los presentes más austeros, que no estrambóticos, que recibieron en la Casa Blanca. Y si no que se lo digan a la Reina Isabel de Inglaterra, que envió al presidente norteamericano un retrato suyo y otro de su marido. Eso sí, los cuadritos para decorar el despacho oval están valorados en casi 600 euros.

Lejos de regalar una pintura con su imagen para que no se olviden de su cara, Zapatero intenta ajustar sus obsequios a los intereses nacionales y de promoción patria, como aconseja el protocolo en estos casos a tan alto nivel. «Y si se puede compatibilizar con los gustos y aficiones del presidente al que se visita o se recibe, mucho mejor», recalca Diego Zala, profesor de Comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo. Por eso al jefe del Ejecutivo no le importó tragarse su pasión por los colores azulgranas y regalarle al presidente de Bolivia, Evo Morales, una camiseta del Real Madrid con su nombre y el número diez a la espalda en una de sus visitas a la Moncloa. ¡Todo por acercar posturas diplomáticas! Con Benedicto XVI, Zapatero fue a lo seguro durante su encuentro en Valencia: una pintura del artista local Manolo Valdés para engrosar los fondos vaticanos. Sin embargo, en otras ocasiones el presente se convierte en toda una estrategia política para poner algún tema candente sobre la mesa. Así, en su viaje a Rusia, el líder socialista incluyó en su maleta un jamón de pata negra con destino al presidente Dimitri Medvédev. Los asesores del mandatario ruso pusieron el grito en el cielo... y todo porque el país había cortado la importación de productos españoles del cerdo. Pero la pata se quedó allí.

¿Austero u ostentoso?

Si solo en su primer año de mandato el presidente norteamericano ya podría haber montado un completo museo con todos sus obsequios, el presidente español no se queda atrás con lo recibido desde que en 2004 accediera a La Moncloa. Eso sí, no con tantos dispendios, porque hasta hace unos meses Obama era la persona más influyente del mundo, según la revista 'Forbes' -ránking en el que no aparece Zapatero-. Ahora el número uno lo ocupa el presidente de China, Hu Jintao, quien se rindió a los pies del político demócrata con un retrato bordado en seda valorado en 15.000 euros, una cifra a años luz de los presentes españoles. «No deben ser regalos muy ostentosos, más bien deberían ser austeros», remarca el especialista en protocolo. Este consejo lo siguen a pie juntillas los Obama. A Gordon Brown le regalaron una colección de 25 películas clásicas estadounidenses en DVD mientras que a la Reina Isabel II le tocó un iPod -que curiosamente ya tenía-, lo que se unía a la piedra de la explotación de San José que el presidente chileno, Sebastián Piñera, le obsequió en su última visita.

Silvio Berlusconi no comulga con presupuestos tan reducidos y no se conformó con agasajar a Obama con único regalo en 2009. En el mismo año le envió 12 corbatas de seda (1.251 euros), una gran mesa de cristal con una imagen de la bandera americana (4.500 euros), un reloj de pulsera de oro Francesco Basile (4.800 euros), un libro más un candelabro y una fuente de cristal (10.800 euros), sin olvidar dos chaquetas Belstaff valoradas en 2.300 euros. Casi mano a mano con las joyas preciosas del rey de Arabia Saudí. Y todo para ponerle los dientes largos a los Obama, ya que la legislación estadounidense no permite que un funcionario acepte regalos de un gobierno extranjero. Así que tras desempaquetarlos y dar las gracias, los presidenciales obsequios pasan directamente a la Unidad de Regalos de la Oficina de Protocolo para terminar acumulándose en el Archivo Nacional. Ni siquiera cuando la visita es privada pueden quedarse con algo, como le pasó a Michelle Obama en sus vacaciones en la Costa del Sol el año pasado.

Recuento nacional

Por los pasillos de La Moncloa debe de andar el juego de té de porcelana inspirado en el que usó la familia de Abraham Lincoln en colores púrpura y platino que le regaló Michelle Obama a la mujer de Zapatero durante la cumbre del G20. O la copia de la canción que el músico argentino César Isella compuso sobre la base de las declaraciones públicas que Zapatero hizo sobre la guerra en Irak y que terminó siendo el original obsequio del canciller argentino Rafael Bielsa previo a la visita española de Kirchner. También Benedicto XVI ayudó a ampliar la biblioteca presidencial con un ejemplar facsímil de la encíclica 'Codex Vaticanus' de 1209, mientras que el ahora ex presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, colaboró en la decoración del palacio con un retrato realista de Zapatero en primer plano.

Eso sí, en la lista de regalos al actual presidente del Gobierno -aunque nunca se ha publicado oficialmente como en EE UU- no aparece ningún caballo de raza árabe como en su momento Gadafi le regaló a Aznar. Y eso que Zapatero estuvo compartiendo mesa y jaima con el presidente de Libia en los jardines del Pardo... pero no le ofreció nada. Tampoco le han llovido bonsáis como en la etapa en la que Felipe González estaba al frente del Gobierno. Y menos con los lujos con los que colman cada año a Obama.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios