Barbie vuelve a la guerra

Miss Inglaterra 2009 viajará en unas semanas a la guerra de Afganistán. Pero no para animar a las tropas allí acantonadas en un patriótico desfile de modelos, sino vestida de caqui y con un arma ligera en las manos. Katrina Hodge, de 24 años y soldado profesional, decidió el pasado verano acortar en tres meses su reinado como guapa oficial de su país para reincorporarse al Ejército y volver a compartir rancho y entrenamiento con sus compañeros del 1º batallón del Royal Anglian Regiment. Justo a tiempo para ser desplegada, junto a su regimiento, en un emplazamiento aún secreto de Afganistán.

«Al final, éste es mi trabajo y si tengo que hacerlo, lo haré. La idea de ir a la guerra no le encanta a nadie pero ésa es la realidad de nuestra labor. Tenemos que ir allí para proteger a nuestro país», ha declarado la cabo Hodge a los medios ingleses, que no han tardado en bautizarla -sobre todo la prensa sensacionalista- como la 'Barbie de combate'. «Pero no voy a mentir. Ha sido duro volver. Pasar de que te peinen y te maquillen cada día a vestir de uniforme y tener que llevar el pelo recogido es, sin duda, un cambio de vida. Haber estado el último año en hoteles increíbles en todo el mundo y regresar de golpe a esto ha sido un shock cultural», ha explicado la cabo.

Katrina entró en la milicia cuando tenía 17 años, animada por el ejemplo de su hermano mayor. Según cuenta 'radio macuto', su atuendo y maneras al llegar al campamento en su primer día de recluta ya causaron grandes euforias. Pero Hodge pronto comenzó a ganar de verdad notoriedad más allá de su belleza. Durante su primera experiencia en zona de guerra -en 2005 prestó servicio en Irak-, fue ascendida a cabo tras demostrar su valentía en el campo de batalla. Tal y como recogieron los informes oficiales, mientras la joven escoltaba a un prisionero en la ciudad de Basora, su vehículo sufrió un accidente y el reo se hizo con dos armas. Pero ahí entró en acción la 'Barbie de combate', que logró reducirle y evitar así que atacase a sus compañeros. Su valor fue mencionado en los despachos y ganó el galón de dos barras.

Desde entonces ha podido combinar el verde de camuflaje con el glamour de las pasarelas. Sus superiores le permitieron participar en concursos de belleza hasta que en 2009 se presentó al certamen de Miss Inglaterra, donde también demostró sus dotes de mando y convicción. Logró que los organizadores cambiasen las normas y aceptasen su petición de que en vez de desfilar en bikini, las participantes lo hicieran en ropa deportiva. Se trataba, dijo la cabo Hodge, «de poner más acento en la personalidad». La joven quedó segunda en la final, pero la ganadora fue descalificada porque había golpeado a otra chica en una pelea en una discoteca en Manchester. Luego, cuando el caso llegó a los juzgados, no hubo pruebas para demostrarlo.

Tuvo un reinado repleto de fiestas sociales, vestidos caros y pasarelas, pero ella decidió acortarlo para regresar en septiembre a la estricta vida militar. Se casó con un compañero de armas, Neil, de quien no se dan datos por razones de seguridad, y pasó un duro mes de entrenamientos físicos para recuperar la forma. Hodge asegura haber tenido una buena acogida por parte de sus compañeros, pese a haber tenido que soportar más de una broma. «Se dieron cuenta de que sólo soy una chica normal. Es agradable tener un ambiente distendido en el trabajo», asegura. Un trabajo, sí, que le llevará a la guerra de Afganistán.