Alta tensión en Vizcaya

Apenas dos meses después de que el Tribunal Supremo anulara la línea de alta tensión que iba a atravesar los montes de Galdames y cuyas torretas aún no han sido desmanteladas, Red Eléctrica de España (REE) vuelve a la carga con dos nuevos proyectos de gran voltaje. Uno de ellos prevé ampliar la subestación de Abanto, mientras que el otro afectará a una de las montañas más emblemáticas de Vizcaya. La compañía acaba de solicitar permiso al Gobierno vasco para ensanchar la central de la localidad minera y tirar, al mismo tiempo, un tendido de 220.000 voltios (220 Kv) entre ese punto estratégico y el Puerto de Bilbao. La ejecución del plan obligaría a atravesar las faldas de la vertiente sur del pico Serantes, a lo largo de 2,83 kilómetros. Otros 1.574 metros de cable irían soterrados.

La compañía está dispuesta a invertir 15,5 millones de euros en una doble operación que dará forma a una de las piezas clave del anillo diseñado para canalizar la energía producida en la central de ciclo combinado de Bahía Bizkaia y en la térmica de Santurtzi hacia la 'autopista' eléctrica Penagos-Güeñes. Esta última infraestructura es el cordón umbilical que REE aspira a completar para facilitar el intercambio de fluido entre Euskadi y el resto del norte peninsular.

La nueva línea entre Zierbena y Abanto enlazaría en el municipio minero con las torretas que también se pretenden levantar a lo largo de 14 kilómetros en terrenos de Muskiz. Este entramado posibilitaría, además, inyectar a la red general la producción energética de la planta de coke que Petronor construye actualmente en el área de Barbadun.

El difícil rompecabezas proyectado por REE para dar cobertura a los proyectos de generación eléctrica establecidos en la costa occidental vizcaína -hay también un plan para habilitar un complejo de ciclo combinado en el barrio de San Juan- corre el riesgo de quedarse sobre la mesa sin encajar. Al menos a corto plazo. Y es que el Consistorio de Muskiz y varios grupos ecologistas están oponiendo una tenaz resistencia a la expansión de los tendidos. Por ahora, los grupos conservacionistas han cosechado una sonora victoria en Galdames -los jueces han obligado a desviar el trazado- y el Serantes se presenta como la apertura de un nuevo frente. Entretanto, la batalla judicial continúa en un nuevo intento de alejar los cables de alta tensión de las marismas que rodean la playa de La Arena.

Expropiaciones

La línea planeada en el Serantes propone instalar 11 apoyos, que en su mayoría se enraizarían en la ladera que mira hacia la autopista A-8. El presupuesto asciende a 8,63 millones de euros. Las torretas, de más de 15 metros de altura, se asentarían a una altitud de entre 200 y 250 metros, por lo que serían perfectamente visibles desde Trapagaran, Ortuella, Santurtzi, Zierbena y Abanto.

El tendido sería de doble circuito y obligaría a expropiar 1.435 metros cuadrados de terreno en su tramo aéreo y 7.850 en su segmento soterrado. Los propietarios afectados serían algo más de medio centenar, entre particulares e instituciones. La mayor parte del terreno que sería ocupado de forma definitiva por la infraestructura corresponde a pastizales, praderas, caminos, zona de arbustos y arboledas. La ejecución del proyecto obligaría a abrir nuevas pistas de acceso en las laderas del monte santurtziarra. La 11 torretas se anclarían al terreno gracias a la construcción de varias zapatas hormigonadas de grandes dimensiones.

Fase de alegaciones

Por su parte, la ampliación de la subestación de Abanto requerirá, en caso de ser autorizada, de una inversión de 7 millones de euros. El actual parque eléctrico ocupa una superficie aproximada de 45.000 metros cuadrados. Ambos proyectos, el de la planta de la localidad minera y el nuevo tendido planteado, se encuentran este mes en fase de exposición pública. Red Eléctrica los ha presentado ante el Departamento de Industria del Gobierno vasco para solicitar su aprobación y su declaración de utilidad pública. También se ha iniciado la tramitación de las preceptivas declaraciones de impacto ambiental ante la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

Ahora, los dueños de los solares que serán expropiados, así como todas aquellas personas o colectivos que se consideren perjudicados por la ejecución de la iniciativa, tienen un plazo aproximado de 30 días para presentar las alegaciones que estimen oportunas. El plazo comenzó a correr en Navidad y los interesados podrán consultar la documentación existente en la sede de Industria en Bilbao (General Concha 23, quinta planta), así como en las dependencias de los Ayuntamientos de Abanto, Zierbena y Santurtzi.