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IÑAKI ESTEBAN
Viernes, 10 de diciembre 2010, 08:46
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Cuando la familia Chillida anunció el cierre del museo, el pasado 1 de diciembre, ya tenía en sus manos un «pormenorizado y exhaustivo» plan de salvación entregado por el Gobierno vasco, según desveló ayer el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera. La titular de la cartera, Blanca Urgell, se lo hizo llegar dos semanas antes de esa fecha, que no han sido suficientes para aplazar el sonado aviso de clausura anunciado para el próximo 1 de enero si no fructifican antes las negociaciones en marcha.
En el informe del Ejecutivo de Vitoria se incluye un «análisis de las condiciones actuales de gestión y las medidas para convertir los números rojos en números negros», añadió ayer Rivera. El plan pasa por una mayor profesionalización de los aspectos gestores de Chillida-Leku y por sacar un mayor rendimiento a los recursos existentes y a otros que podrían ponerse en marcha. «Menos gastos y más ingresos», resumió ayer el viceconsejero.
Las fórmulas para llegar a un acuerdo son varias, entre ellas «la posibilidad de que las administraciones se incorporen a una parte de la propiedad de Chillida-Leku, o bien que compartan la gestión o un 'mix' de ambas cosas, siempre con el máximo respeto a los intereses privados y legítimos de la familia», desgranó el viceconsejero. La intención del Gobierno vasco es que las campas de Zabalaga donde se exhiben las grandes obras de Eduardo Chillida permanezcan abiertas al público el año que viene.
Enfocar la operación
En palabras del 'número 2' de Cultura, «ahora estamos en ese tiempo en que la familia está pensando y valorando los términos del plan, mientras nosotros quedamos a la expectativa. Lo más importante es saber hacia dónde quieren enfocar esta operación de mantenimiento y sostenibilidad del museo».
El informe no solo involucraría al Ejecutivo vasco, sino también a la Diputación guipuzcoana y al Ayuntamiento de San Sebastián. De hecho, el alcalde de la ciudad donostiarra, el socialista Odón Elorza, se ha destacado como defensor de la continuidad del centro dedicado al artista vasco más internacional.
Luis Chillida mostró el pasado domingo la voluntad de la familia de explorar las opciones planteadas y no descarta ni el traspaso de la propiedad y de la obra que se expone en Zabalaga, lo que implicaría un fuerte desembolso de dinero institucional. Otra vía de prueba consistiría en una cesión temporal. «Ahora estamos centrados en negociar con las instituciones», remachó el hijo del creador.
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