La promotora Iurbenor entra en fase de liquidación

La promotora Iurbenor celebró ayer una junta de acreedores en la que no se alcanzó un acuerdo para 'salvar' a la compañía que preside Jabyer Fernández, que se encuentra en suspensión de pagos desde finales de 2009. La empresa entra de esta forma en la fase de liquidación. Un proceso terminal que, según las fuentes consultadas, se produce después del rechazo de la Diputación a la propuesta de convenio.

La institución foral es, de hecho, la principal acreedora de la firma, que debe a Hacienda 43 millones de euros procedentes del IVA generado en la venta de los terrenos de la operación urbanístico 'Puerta Bilbao', en Barakaldo, donde se proyectó la construcción de unas 2.000 viviendas. Con el punto final a la denominada fase común, los administradores concursales deberán decidir qué hacer con los activos que tiene la compañía.

Entre los bienes de la sociedad, que pueden servir para atender parcialmente el pago de sus deudas, hay tres elementos, como recogen los documentos entregados al juzgado: una participación del 23% en un suelo recalificado para viviendas de protección oficial; el 12% del capital social de Habidite Alonsotegi -el proyecto de casas modulares impulsado también por Fernández -, así como derechos de cobro por créditos concedidos a Residere, la antigua Fonorte Inmobiliaria. Portavoces de la empresa atribuyeron la suspensión de pagos al enfrentamiento que el presidente del grupo Afer mantiene en diversos frentes con el diputado general, José Luis Bilbao, y con varios de sus antiguos socios.

«Enorme perjuicio»

Precisamente, un grupo de socios de la promotora Iurbentia, que participa en Iurbenor, presentó ayer un escrito en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao en el que cargan contra algunos consejeros de la firma, entre los que se encuentra el presidente del Athletic, Fernando García Macua, y solicita que el procedimiento concursal de la firma sea calificado de «culpable». En este sentido, piden que se condene a esta decena de personas a que hagan frente al «déficit patrimonial» de la entidad y que, además, se les inhabilite para «administrar bienes ajenos».

El grupo de socios denunciado ahora asumió el control de la compañía en junio de 2009, cuando apartaron a Fernández de la dirección de Iurbentia en plena guerra interna. Según los denunciantes, la gestión que han realizado desde entonces en la compañía ha estado dirigida a satisfacer sus «propios intereses» y han causado un «enorme perjuicio» al resto de socios de la empresa, muchos de ellos próximos al propio Jabyer Fernández.