La UE espera que el rescate irlandés evite el contagio a España pero la Bolsa lo ignora

La Unión Europea confía en que el rescate de Irlanda reduzca la volatilidad en los mercados de deuda soberana y evite el contagio a otras economías de la Eurozona con problemas como Portugal y, en menor medida, España. Pero mientras varios ministros europeos, representantes de las instituciones comunitarias y miembros de los Gobiernos concernidos se afanaban ayer por transmitir ese mensaje de tranquilidad y de confianza en las medidas adoptadas, los especuladores financieros volvían a golpear con dureza tanto a las bolsas continentales, sobre todo a la española, como a la deuda de los países de la periferia europea. Y ya hay hasta quien ve detrás de estas maniobras la posibilidad de un ataque concertado contra el euro.

En España, el Ibex 35 cayó un 2,68%, el mayor descenso desde el 11 de agosto, y perdió por poco más de tres puntos la cota psicológica de los 10.000. La banca fue la gran damnificada por su alta exposición a la deuda de Portugal -7.840 millones de euros-, que podría ser el siguiente país en tener que ser rescatado. La mayor caída la padeció el Banco Sabadell (4,22%), seguido de Bankinter (4,19%), Banco Santander (4,03%) y BBVA (3,87).

El resto de mercados europeos tampoco se libraron, si bien salieron mejor parados. Milán -Italia 'suena' como el siguiente país en apuros tras España- cedió un 1,93%; París, el 1,07%; Londres, el 0,91%, y Francfort, el 0,31%.

Desde Bruselas -informa el corresponsal Fernando Pescador- la Comisión europea insistía en considerar un «grave error» comparar la crisis en Irlanda -marcada por la delicada situación de sus bancos- con la de España, cuyo sector financiero goza de «solidez y resistencia», según señaló su portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj. «España afronta adecuadamente la situación con sus esfuerzos de consolidación fiscal y las reformas estructurales para mejorar el crecimiento potencial y la creación de empleo», aseguró.

Por su parte, el secretario de Estado alemán de Exteriores, Werner Hoyer, en unas declaraciones efectuadas al llegar al Consejo de Ministros de la UE, también afirmó que las causas de los problemas en otros países «son completamente diferentes, por lo que no veo una contaminación del actual problema irlandés».

«En absoluto comparables»

En la Península, tanto el presidente Zapatero y varios de los miembros de su Ejecutivo como el primer ministro portugués, José Sócrates, también trataron de marcar distancias con Irlanda. En su habitual reunión de los lunes con los 'barones' del PSOE, el jefe del Gobierno español aseguró que la economía nacional no está en la misma situación que la irlandesa. Según explicó el secretario de Organización del partido, Marcelino Iglesias, Zapatero transmitió el mensaje de que a pesar del momento de «inestabilidad en los mercados», las situaciones de España e Irlanda no son «en absoluto comparables».

También varios ministros aprovecharon todos los foros de los que dispusieron ayer para insistir en la solvencia y fortaleza españolas. La responsable de Economía y Hacienda, Elena Salgado, descartó en una entrevista radiofónica que España vaya a necesitar un plan de rescate porque está cumpliendo su plan de ajuste «al pie de la letra» y sus «fundamentos económicos son muy sólidos y capaces de hacer frente a los mercados».

En la misma línea se pronunciaron los titulares de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, e Industria, Miguel Sebastián, que replicaron idéntico mensaje ante dos centenares de inversores internacionales llegados a España para analizar posibles oportunidades de negocio en el denominado 'Spain Invertors Day'.

Pero la palabra del día era 'contagio'. La prima de riesgo española, medida por la diferencia del interés a pagar por el bono a diez años con su homólogo alemán, subió paulatinamente hasta superar los 210 puntos básicos, desde los 202 con los que cerró el pasado viernes. En concreto, el 'papel' español ofrecía un interés del 4,75% frente al 2,65% del 'bund' germano. Los seguros de crédito frente al impago de la deuda soberana -los denominados CDS- también se incrementaron hasta los 280 puntos, desde los 261 del viernes.

El incremento tanto de las primas de riesgo como de los CDS se extendió igualmente a la deuda de Portugal, Grecia, e incluso a la de Irlanda, pese al anuncio del plan de rescate.