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Foto: Pedro Urresti | Vídeo: elcorreo.tv
Pasarela hacia la superación
Portugalete

Pasarela hacia la superación

63 modelos, niños y adultos con síndrome de Down, repasaron las últimas tendencias en el Ballonti

IVÁN ALONSO

Viernes, 12 de noviembre 2010, 12:47

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«¡Sofía, ponte los zapatos! ¡Qué te tienes que poner los zapatos!». Vestida con unos leotardos rojos, un vestido de rayas horizontales azul marino, un fular y una parisina ladeada, Sofía se agacha y se calza unos zapatos carmesíes que recuerdan a los chapines de Dorothy en 'El Mago de Oz'. Es una amiga quien la apremia para que salga rauda a la pasarela instalada unos metros más allá, en la plaza central del Centro Comercial Ballonti de Portugalete. Suenan los primeros compases de la canción de Abba 'Mamma mía'. La joven se pone en pie, se agarra al brazo de sus compañeras y se dirige hacia allí. Ainhoa Gaztelumendi, una de las coordinadoras del III Desfile de la Fundación síndrome de Down del País Vasco, busca su nombre en el listado y con la vista a sus familiares, que aguardan expectantes entre el numeroso público congregado. La canción entra en su estribillo -«Mamma mia, here I go again...», tararean los asistentes- y entonces Sofía sale a la pasarela, avanza diez pasos hasta el extremo entre la ovación del respetable y se gira para irse por donde ha venido, ya sin nervios, feliz de haberse sentido estrella de la moda.

Como ella otros 63 modelos, niños y adultos con Síndrome de Down, tomaron ayer al asalto el Ballonti para convertirse por un día en canon de belleza oficial. Una experiencia que se repite por tercera vez tras haber pasado dos años consecutivos por el Palacio Euskalduna. Fue una noche para que el público también pudiera admirar sus dotes sobre el escenario. Entre el gentío, numerosas familias que habían ido a realizar sus compras de última hora e incluso parejas de jubilados, encandilados mirando el trasiego de los chicos, sus ropas y su apostura desfilando.

«¡Cómo le queda la ropa!»

Del otro lado, ni una pizca de nervios. Jorge Riaño, 27 años, peinado a la última con el flequillo ligeramente levantado y una percha que ya quisieran muchos, se preparaba para desfilar. Con aire absolutamente profesional posaba para los medios gráficos con una chupa de cuero que le gustaría echarse al armario. «Ya estuve en el Euskalduna y nunca tuve nervios», respondía con aplomo. En la otra esquina, la actriz Maribel Salas destacaba la buena planta de Jorge. «Vaya, vaya, qué bien le queda la ropa, eh». Ella era uno de los rostros conocidos que ayer también se mojó desfilando junto a los auténticos profesionales, los chavales de la Fundación. Maribel ya participó hace un par de años en el primer certamen. Ayer, salió la décima, recogiendo la admiración de los asistentes, pero teniéndolo crudo para competir con veteranas como María Fernández.

A media tarde, María se maquillaba y peinaba en uno de los comercios colaboradores. «¡Me gusta desfilar!», admitía rodeada de una nube de secadores de pelo y azafatas con polvo de colorete. Recordaba su primera vez hace dos años, los nervios, el respeto que le daba el Euskalduna, pero también lo bien que se sintió tras dejar la pasarela sintiendo los aplausos a su espalda.

Para Hegoi Herrero la de ayer era su primera cita con el escenario. Este pequeño de seis años, peinado como Tintín, desafió a todos con un conjunto de pantalón, camisa y chaqueta. «Guardaré todas las fotos en mi 'Cuaderno viajero'», decía aludiendo al álbum que le ayuda a recordar, expresarse y entender mejor el mundo que le rodea.

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