Plentzia reordena su ría

La ría, uno de los principales atractivos de Plentzia, cambiará su fisonomía. Desaparecerán las embarcaciones atracadas sin control. De ello se encargará el plan de ordenamiento redactado por la Plataforma pro Ría de Plentzia, Ontzitegi, compuesta por el Ayuntamiento y diversos amarristas. Un proyecto que, según el vicepresidente de esta entidad, Javier Goitia, ya ha sido presentado a la Dirección de Puertos del Gobierno vasco, que en su opinión la ha acogido «muy favorablemente». En cualquier caso, el responsable reconoció que la adjudicación de las obras se encuentra a la espera de la correspondiente dotación económica y su complejidad obligará a ejecutarlas en diversas fases.

El concejal de Mar en el Ayuntamiento de Plentzia, Suso Espinosa, asegura que el diseño de esta actuación ha sido concebido para garantizar «mejoras medioambientales, un mayor aprovechamiento de la lámina de agua, mayor seguridad para la navegación y mejoras paisajísticas en un municipio eminentemente turístico». La primera actuación a desarrollar será la retirada de las piedras acumuladas en el lecho a lo largo de los años junto a la punta del Muelle de San Valentín, en una zona bautizada ya como arkote submarino. Estos desechos se han convertido en una escollera natural no deseada que hace muy complicada la navegación.

La segunda intervención contempla la retirada de otros elementos depositados por los dueños de los barcos. En la actualidad, existen más de dos mil 'muertos' para amarrar los barcos que, unidos a las 60 embarcaciones de diferente tamaño, también dificultan el tránsito por la ría.

Posteriormente se afrontará la ordenación propiamente dicha de los cerca de 400 barcos que ocupan la lámina de agua entre el puerto y la pasarela peatonal que une la estación de metro con el casco urbano. «Repartidos en ocho filas alineadas en ambas márgenes sin control y cada una con su respectivo 'muerto' de hormigón», precisa Goitia.

Estos sistemas de sujeción serán sustituidos por tramos de cadenas enterradas en una zanja, que se afianzarían al fondo con anclajes hincados cada veinte metros. De los eslabones saldrán los latiguillos para las boyas de amarre.

450 embarcaciones

La nueva disposición dará cabida a 450 embarcaciones. Además, se retirarán de forma progresiva las actuales boyas de balizado o marcaje para «sustituirlas por balizas hincables a tornillo desde barcaza, estilo a las de Venecia y coronadas con una luz con sistema fotovoltaico».

Para facilitar el acceso a las embarcaciones se habilitarán tres pantalanes. Dos se construirán en el lado derecho, en el paseo de Erribera hasta la pasarela peatonal. El tercero estará situado en la margen izquierda, en la zona de San Telmo. Además, se está instalando una pasarela junto al frontón que facilite el embarque y desembarque. Todo ello unido al actual acceso desde el puerto. Una vez completados estos elementos, se prohibirá la «instalación de cualquier tipo de ingenios particulares, como puentes, pantalanes de servicio, pasarelas, etc», advierte Goitia.

Tampoco se tolerará el amarre de chinchorros en los muelles o entre estos y 'boyascaladas' en la playa. Eso sí, para estos casos se dispondrán varios espacios en tierra cerca de las rampas.