Miles de personas reclaman el derecho a decidir y critican el «Estado de excepción»

Decenas de miles de personas recorrieron ayer las calles de Bilbao en favor del derecho a decidir y en contra del «vergonzante Estado de excepción que vive Euskal Herria», en una manifestación que recordó a las grandes movilizaciones del mundo nacionalista. La marcha, convocada por once personas entre las que figuraban la ex directora de Emakunde Txaro Arteaga, profesores de la UPV, abogados y miembros de Lokarri, partió del pabellón de La Casilla y recorrió, sin incidentes, el centro de la capital vizcaína para finalizar en el Ayuntamiento. Los organizadores cedieron entonces el protagonismo de la multitudinaria movilización a la plataforma Adierazi EH!, impulsora de las dos manifestaciones previstas para el pasado 11 de septiembre, que fueron ilegalizadas por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. El magistrado consideró que existían «fundados indicios» de que tendrían «como finalidad apoyar la estrategia y justificar las acciones de ETA».

Bajo el lema 'No a las prohibiciones de manifestaciones. Ninguna imposición, ninguna violencia. Sí a los derechos humanos, civiles y políticos', la de ayer se convirtió en la primera movilización de la izquierda abertzale tras el cese de hostilidades anunciado por la banda terrorista y sirvió para escenificar la fortaleza del polo soberanista. un gesto que tenía como destinatario tanto a ETA como a los gobiernos vasco y español. Encabezaron la marcha las mismas formaciones y organizaciones que una semana antes habían sellado en Gernika un documento en favor de un proceso de paz y exigido a la cúpula etarra una «tregua permanente y verificable». A ellos se sumó una delegación del PNV. «A este pueblo le urge entrar en una nueva fase y eso se conseguirá gracias a que la mayoría social política hoy -por ayer- representada demostrará que quiere impulsar el fin del bloqueo», defendió la alcaldesa de Hernani por la ilegalizada ANV, Marian Beitialarrangoitia, en nombre de la izquierda radical. En primera línea pudo verse a miembros de EA como Pello Urizar, quien hizo un llamamiento al Ejecutivo de Zapatero a «asumir el cambio en Euskal Herria como una realidad», Maiorga Ramírez o Unai Ziarreta, junto a Aintzane Ezenarro, Oxel Erostarbe (Aralar), Oskar Matute (Alternatiba), y los representantes de Batasuna Rufi Etxeberria, la abogada Jone Goirizelaia, Arantza Urkaregi y el histórico de HB Tasio Erkizia. Tampoco faltaron el ex consejero Javier Madrazo y Mikel Arana (EB), el ex directivo de Egunkaria Martxelo Otamendi, así como los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide. La delegación jeltzale, que compartió también la cabecera de la marcha, estuvo formada por Andoni Ortuzar, Joseba Egibar y Joseba Aurrekoetxea.

Gritos en favor de los presos

La manifestación, durante la que se escucharon proclamas a favor de los presos de ETA y de la independencia de Euskadi, se prolongó durante algo más de una hora hasta desembocar en las escalinatas del Consistorio. El primero en tomar la palabra fue el abogado Félix Cañadas, quien en un breve discurso destacó el «importante y delicado momento» que atraviesa el País Vasco y valoró «los esfuerzos de muchos para avanzar hacia una convivencia sin imposiciones y sin ninguna violencia». «En defensa de la libertad de expresión», los convocantes de la marcha invitaron acto seguido a Adierazi EH! a tomar la palabra, después de que la Justicia les prohibiera, en su opinión, «injustamente manifestarse en dos ocasiones». La plataforma, que reúne en su seno a Batasuna, EA, Aralar, Alternatiba, los sindicatos ELA y LAB, ya había anunciado que intentaría convocar una marcha después de que el juez Ismael Moreno prohibiera dos movilizaciones organizadas para el pasado 11 de septiembre. ayer cumplieron su promesa.

Los portavoces de Adierazi EH!, la escritora Eider Rodríguez y el actor Ramón Arregi, dieron lectura en euskera y castellano a un documento de tres folios en el que solicitaron la «superación inmediata de toda situación de excepción o de violencia» y defendieron la necesidad de poner fin a «todas las actuaciones que impliquen vulneración, limitación o negación de derechos» con el objetivo de alcanzar «un nuevo escenario de respeto de los derechos civiles y políticos de todas las personas en el conjunto de Euskal Herria», el primero «el derecho a la vida». «Estamos dispuestos a poner en marcha una marea social imparable y a emplazar a los poderes del Estado y a todo aquel que ponga trabas a ese escenario hasta obligarles a respetarlo», expresaron, en alusión al «bloqueo y la cerrazón» que a su juicio mantienen los gobiernos vasco y español. La plataforma defendió, asimismo, el fin de la dispersión de los presos de ETA, «acabar con la incomunicación y la tortura», así como la «legalización inmediata» de partidos y organizaciones proscritas, entre ellas, Batasuna.