Un incendio obliga a desalojar 4 portales de noche en Durango

Hasta siete camiones de bomberos se desplazaron en la madrugada de ayer a Durango para sofocar un incendio desatado en un céntrico bloque de viviendas del número 16 de la calle Zumalakarregi. Las primeras investigaciones apuntan a que pudo ser causado por una fuga de gas, según han señalado responsables del Departamento vasco de Interior. Aunque no se registraron heridos, el fuego provocó cuantiosos daños materiales en el edificio, principalmente en el ático y el tejado, que quedaron completamente arrasados debido al 'efecto chimenea'.

Las espectaculares llamas y la proximidad de varios inmuebles de madera llevaron a la Ertzaintza a desalojar a los vecinos de otros tres edificios próximos por precaución, aunque estos pudieron regresar a sus domicilios un par de horas después. Las tres personas que vivían en el piso incendiado -una pareja y un hombre de edad avanzada, explicaron fuentes municipales»- tuvieron que ser evacuadas.

«No me he enterado de nada hasta que el vecino de arriba, primero, y la Ertzaintza, después, han empezado a aporrearme la puerta». Eran las cinco de la madrugada cuando Obdulia Piedra, una duranguesa que vive en un inmueble contiguo al siniestrado, se despertó sobresaltada. «De verdad que pensaba que me quedaba sin casa, porque la nuestra es de madera, y las llamaradas eran grandes. Pero al final no nos ha afectado ni el agua. ¡Menos mal que no hacía viento!», destacaba, aliviada, pocas horas después de producirse el percance.

Pese a que oficialmente no se les comunicó el origen del incendio, Obdulia escuchó a un joven decir que había sido él quien había llamado a la Ertzaintza después de ver «una especie de explosión en el portal» cuando pasaba por delante de la casa. La alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras, aseguró ayer desconocer si ésta fue la causa del fuego, aunque admitió que era una de las hipótesis con las que se trabaja.

Comenzó en el portal

Parece estar confirmado que el incendio se desató en el portal y, debido al 'efecto chimenea', se propagó con gran rapidez por las escaleras y el hueco del ascensor hasta el tejado. El ruido de las sirenas y las llamas, que podían apreciarse con claridad desde diferentes puntos de la localidad, hizo que mucha gente se acercara hasta el lugar y siguiera las labores de extinción, que se prolongaron hasta las siete de la mañana, cuando los Bomberos consiguieron controlar el fuego.