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Un mastín se alimenta de restos de ganado en un monte del occidente alavés. :: JORGE ECHEGARAY / CSIC
Lobos o perros, ¿quién mata al ganado?
ÁLAVA

Lobos o perros, ¿quién mata al ganado?

Un estudio del CSIC responsabiliza a mastines y pastores alemanes de buena parte de los ataques a la cabaña alavesa

LUIS LÓPEZ

Viernes, 27 de agosto 2010, 04:47

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La presencia del lobo en las montañas alavesas lleva años en el epicentro de la polémica. De un lado, los ganaderos ven incompatible la existencia del depredador con el ejercicio de su actividad económica, ya que cada año decenas de cabezas de ganado son atacadas y devoradas. Del otro está la Diputación, que busca preservar la especie porque forma parte de la riqueza natural del territorio. Ahora, surge un elemento más para el debate. Un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) apunta a los perros salvajes como posibles responsables de buena parte de los ataques a la cabaña ganadera.

El estudio se basa en el análisis de 136 muestras fecales recogidas entre los años 2003 y 2004 en el norte de Burgos y el oeste de Álava, zonas pródigas en disgustos para los ganaderos. A partir de análisis de ADN, los investigadores concluyeron que 31 eran de lobo y 53 de perro. En el resto no fue posible establecer de qué especie procedían porque el material genético estaba muy degradado. Pero lo realmente revelador de la investigación es que el 32% de la dieta de los perros salvajes estaba constituida por ganado ovino, frente al 3,3% que representaban estos animales en la dieta lupina.

«La aparición de presas domésticas es mucho más elevada en perros y, en cambio, los lobos consumen preferiblemente presas silvestre», dice Jorge Echegaray, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y autor del estudio. Pero hay que matizar, porque esto no significa necesariamente que los ataques hayan sido perpetrados por los canes. Que se hayan alimentado de ovejas «puede ser producto de la depredación directa o del carroñeo», admite el biólogo. Aunque también incide en que «hay una gran desproporción entre lo que comen los perros y los lobos».

Competición entre especies

¿De qué tipo de perros estamos hablando? El científico apunta a especies de gran porte, «como mastines y pastores alemanes». En cuanto a su procedencia, es variable: desde animales que «se extravían en partidas de caza» hasta aquellos que habitan en zonas rurales y sus dueños «les dejan libres por la noche», pasando por los encargados del pastoreo que «consumen restos de ganadería o directamente depredan», explicó ayer el investigador a EL CORREO.

Hay otra cuestión, ¿es posible la convivencia de perros y lobos en la misma zona? ¿Acaso no compiten? «Sí, y de hecho en algunos lugares los lobos se encargan de regular la presencia de otros cánidos». Aunque este es un escenario poco probable en Álava porque «no hay un asentamiento de grupos reproductores de lobos de manera estable» como para combatir a los perros que, supuestamente, acaban con ovejas, vacas, cabras o incluso caballos en sus andanzas nocturnas.

La hipótesis que apunta a los perros no sólo no convence a los ganaderos, sino que la califican como «un insulto». Lo dice Joseba Aranzabal, vicepresidente del sindicato agrario alavés UAGA. A su juicio, este tipo de estudios podrían estar dirigidos por las administraciones, ya que en caso de que los lobos no fuesen los culpables, los ganaderos no tendrían derecho a indemnización alguna por la pérdida de animales. Además, Aranzabal recuerda que la Diputación «tiene a una empresa contratada encargada de peritar y determinar el origen de los ataques», y en el 80% de los casos analizados estos técnicos apuntan al depredador salvaje.

Desde UAGA ven «mucha casualidad» en que todos los ataques a la cabaña ganadera alavesa se produzcan en el occidente del territorio, la única zona con presencia lupina. Mientras, en el oriente alavés, donde hay «muchísimo ganado, curiosamente no hay ataques de perros asilvestrados».

Para el investigador del CSIC, esta actitud de los ganaderos «contribuye a fomentar una percepción negativa del lobo. Por supuesto que es responsable de ataques, pero no de todos». Vuelve la vista hacia el Reino Unido, donde no existe población lupina; allí, los perros salvajes «matan cada año a 30.000 ovejas y 10.000 corderos. ¿Por qué aquí siempre acusamos a los lobos de la mayoría de los daños?».

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