El panameño Gómez se corona en el Laudio Saria tras una larga escapada

Yelko Gómez fue ayer el vencedor del XIII Laudio Saria para corredores aficionados tras una escapada de 63 kilómetros. La prueba sirvió además para dilucidar el campeonato de Álava de las categorías élite y sub'23.

No obstante, el panameño cruzó la meta de la Avenida Zumalakarregi con su compañero del Caja Rural Víctor de la Parte justo detrás de él. El alavés, quien de esta manera se alzaba con el título provincial en categoría élite, ha realizado una destacada temporada y ya tiene garantizado el pase al profesionalismo el próximo año con el cuadro navarro. Vino a engordar aún más su interesante palmarés con otro puesto de honor.

La tercera posición del podio fue para Paul Kneppers, quien entró a dieciocho segundos del ganador. El holandés, vencedor en abril del Trofeo Eusebio Vélez en Durana, sigue comandando el Torneo Euskaldun. En quinto lugar se clasificó Asier Bolivar, del Bidelan, siendo el de Respaldiza el mejor alavés en categoría sub'23.

La prueba contó con una participación escasa, 72 inscritos, lo que llevó a los jueces y organización a quitar una de las dos últimas vueltas al segundo circuito, dejando al final el rutómetro en 113 kilómetros de los 130 previstos y evitar de esa manera una auténtica escabechina. En cualquier caso, cuatro subidas a Gárate y una a Malkuartu fueron desgastando a los corredores hasta dejar prácticamente al cuadro de Alsasua como auténtico dominador de la cita al marcar el ritmo y control de la misma. Tras varios intentos de escapada fue precisamente en el kilómetro 50 cuando se hizo la definitiva. El propio Gómez cobraba ventaja con otro compañero, el manchego Florentino Márquez, aunque éste cedió treinta kilómetros después y fue alcanzado por el grupo perseguidor. Las fuerzas iban desapareciendo de las piernas del menudo corredor y sin forzar demasiado por detrás sus rivales empezaban a acercársele.

Casi a la par

De la Parte lo intentó en varias ocasiones hasta que en la última subida a Gárate logró irse de un grupo de unas veinte unidades. Justo en la meta le dio alcance, aunque ni siquiera intentó superarle. El vitoriano entendió perfectamente que quien más se lo había trabajado durante la carrera era Yelko, que lograba así su segundo éxito del año.