El PSE sostiene que el PNV intentará bloquear de nuevo la transferencia de empleo

El coordinador de los socialistas de Euskadi, Mikel Torres, se mostró ayer convencido de que el PNV volverá a intentar «retrasar» el traspaso de las políticas activas de empleo e insistió en la necesidad de dar carpetazo a esta transferencia a principios de septiembre para que este escenario no suceda. «Es de sentido común traer esta competencia cuanto antes. Un año de bloqueo es ya más que suficiente», expresó.

El PSE quiere cerrar cuanto antes la operación, consciente de que un nuevo movimiento del PNV aprovechando la situación de debilidad del Gobierno de Zapatero podría dejar otra vez en 'stand by' el traspaso. Los jeltzales ya frenaron esta transferencia en 2009 como parte del acuerdo suscrito en Madrid para aprobar los Presupuestos Generales del presente año, un «juego de mayorías y minorías» que el Ejecutivo vasco quiere evitar revivir a toda costa, máxime dada la falta de apoyos que padece en la actualidad José Luis Rodríguez Zapatero.

La Comisión Mixta de Transferencias se reunirá en la primera o segunda semana del próximo mes para cerrar unas negociaciones que, según reiteró Torres, están «muy avanzadas». Las críticas del PNV ante la posibilidad de que las políticas activas lleguen a Euskadi de forma «devaluada», en especial, en lo referente al capítulo económico -el PSOE cifra dicha competencia en 300 millones, mientras que los nacionalistas la valoran en más de 450-, volvieron a repetirse ayer. Esta vez fue el portavoz económico de los jeltzales en el Congreso, Pedro Azpiazu, quien advirtió de que su partido estará «pendiente en todo momento» de que el traspaso se realice «como Dios manda». «Si no nos gusta, lo denunciaremos», añadió. En cualquier caso, Azpiazu optó por la «prudencia» y descartó que este desencuentro pueda derivar en una ruptura de relaciones con los socialistas de cara a futuros acuerdos en Madrid.

El coordinador del PSE replicó al PNV que, «tras veinte años de atasco, lo primero que debe hacer el Ejecutivo es traer las políticas de empleo a Euskadi», al tiempo que remarcó que, cuando se cierre su transferencia, «se explicará cómo llegan, cómo se cuantifican y se verá que vienen perfectamente completas». Torres afirmó que su partido nunca ha estado dispuesto a romper la Caja Única de la Seguridad Social -en alusión a las políticas pasivas, «una de las pocas cosas que a todos los españoles nos hace por igual»- y afeó a los nacionalistas que durante años Euskadi «haya venido rechazando una cantidad importante de dinero de una forma política, sin ningún tipo de criterio». «El PNV tiene un gran poder para condicionar las cosas y seguramente lo intentará, pero Patxi López pesa mucho en Madrid», advirtió.

Fiscalidad

Por otro lado, el dirigente del PSE quiso restar importancia a las declaraciones realizadas por el ministro de Fomento, José Blanco, quien abrió la puerta a una posible subida de impuestos al declarar que la recaudación en España es «muy baja» con respecto a la media europea. Torres consideró que la fiscalidad requiere de un «debate sosegado» en el que sobran los «globos sonda». No obstante, hizo suyas unas manifestaciones anteriores del lehendakari, donde señalaba como necesario que «quienes más ganan hagan un esfuerzo mayor para mantener el sistema público». «Si queremos conservar los servicios existentes en un futuro y que el Estado del bienestar se consolide, con la presión fiscal que tenemos ahora no llegamos; las cuentas no dan», apostilló.