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Basagoiti, aficionado a los toros, pisa el albero de la plaza de Vista Alegre de Bilbao, preparada para recibir a la Aste Nagusia. :: IGNACIO PÉREZ
«Podemos estar en los minutos finales de ETA»
entrevista

«Podemos estar en los minutos finales de ETA»

«No se trata de decir que 'no', sino de demostrar que hay un camino para derrotar a ETA », advierte Antonio Basagoiti | Presidente del PP vasco Exige «máxima firmeza» en la lucha contra el terrorismo para evitar «errores»

JOSÉ MARI REVIRIEGO

Domingo, 15 de agosto 2010, 14:12

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Antonio Basagoiti considera que, por primera vez, el PP vasco no está solo en el debate sobre el fin de ETA porque tiene su propia «hoja de ruta para la paz»: el pacto firmado con el PSE que garantiza la estabilidad del Gobierno de Patxi López.

- Ha escrito sus reflexiones sobre el eventual final del terrorismo en un documento que acaba de enviar al lehendakari. ¿Tenía algún problema para expresarlas en público?

- No tenía ningún problema. Lo que pasa es que tampoco son reflexiones para el fin de ETA. Se refieren al momento actual, a cómo se está desarrollando una posible debilidad o crisis dentro del mundo terrorista, al debate que están viviendo dentro. Lo que pretendo es que no sean los que han generado el terrorismo quienes lideren el debate político sobre la paz y la libertad. No es justo y, además, no tienen fórmulas eficaces. Lo que busco es un posicionamiento del Gobierno vasco ante este escenario político.

Basagoiti acude a la entrevista con aires renovados tras unas vacaciones en la costa cantábrica. Bronceado y sin corbata, se está recuperando de la lesión de peroné sufrida en julio en un partido de fútbol. En su reposo, elaboró el documento en el que propone a López liderar el debate sobre el fin de ETA a partir de su pacto de estabilidad. Con todas las cautelas, sostiene que «podemos estar en los minutos finales» del terrorismo y lo atribuye en gran medida a la política de deslegitimación de la violencia aplicada por el Gobierno vasco, al que apoya el PP. Ya anda sin muletas.

- El acuerdo PSE-PP se firmó en abril de 2009. ¿Por qué plantea ahora ese liderazgo?

- Porque es ahora cuando se ha demostrado la eficacia de algunas fórmulas del Gobierno vasco: la deslegitimación del terrorismo, el fin de la impunidad en las calles, la unidad del PP y del Partido Socialista para quitar expectativas a ETA... Esto ha obligado al ámbito del brazo político de ETA a tener algún tipo de posicionamiento o debate; a intentar liderar una supuesta propuesta de paz que es más de lo mismo. El final de ETA es posible y es imprescindible. Pero no lo pueden escribir ni los violentos ni quienes les apoyan. El final de ETA lo tienen que escribir los demócratas y, en especial, un Gobierno vasco que sea firme contra el terrorismo.

- ¿El PP temía quedarse rezagado por los acontecimientos?

- No, en absoluto. Hay que poner en valor lo alcanzado en este tiempo. Durante muchos años se han aplicado fórmulas que no conseguían parar los pies al ámbito político de ETA; bien las de Ibarretxe o las del PSE en Loyola. Aquello que más nos ha acercado a la paz es la deslegitimación del terrorismo.

- ¿La izquierda abertzale vinculada a Batasuna ha llegado a ese debate por convencimiento o por la presión de las instituciones?

- Ha llegado a ese punto a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Ahí empieza la revolución ciudadana contra el terrorismo; evoluciona en pactos PP-PSOE en la Ley de Partidos; y llega al actual Gobierno vasco, que aplica la deslegitimación. Todo esto lleva a ETA y a su parte política a reflexionar y darse cuenta de que su futuro es más negro con Otegi en la cárcel, con Batasuna fuera de la legalidad.

- ¿Qué papel ha jugado el PNV?

- El PNV podía haber hecho mucho más en la lucha contra el terrorismo. Con esto no quiero decir ni mucho menos que quiera que ETA exista. Pero ha sido comprensivo con los fines de ETA-Batasuna. En los últimos años ha avanzado en la compasión hacia las víctimas, pero no era suficiente.

- ¿Qué opinión le merece el aparente compromiso de la izquierda abertzale por desligarse de ETA y apostar por las vías políticas?

- Siempre que han tenido dificultades por la detención de terroristas y la aplicación de las leyes se han dado supuestos debates. Puede que estén debatiendo entre dos sectores. Los que creen que hay que seguir asesinando para alcanzar sus metas políticas y los que creen que pueden sacar más en una negociación política. Pero no se han dado cuenta aún de que hay que respetar la Constitución, el Estatuto de Gernika y el Estado de Derecho, a pesar de que se quiera cambiar. Están en una duda sobre su camino.

«Teníamos razón»

- ¿No aprecia ningún gesto en ese mundo que le genere optimismo?

- Si existe alguna crisis es porque tienen menos oportunidades. Quizá la clave está en que empiezan a ver que su camino no da resultados.

- ¿Cuál es entonces la novedad de su documento con respeto a la posición tradicional del PP?

- La novedad es que no sólo miramos los toros desde la barrera. Hay que ser activos y defender una política que consigue que en ETA haya crisis y logra, por los menos, que tengan dudas y debates entre ellos.

- ¿Teme que les acusen de quedarse en el mero marketing?

- El fondo de la postura del PP no ha cambiado. Pero ahora tenemos un Gobierno vasco que está dirigido por un socialista y que aplica otras fórmulas contra el terrorismo.

- ¿El PP se había quedado enrocado en el 'no' ?

- El PP ha defendido cosas difíciles de entender. Pero teníamos razón en que era necesario apartar a Batasuna hasta que se diese cuenta de que su camino no le lleva a ningún sitio. Teníamos razón en que se podía ganar a ETA porque durante muchos años ha habido un debate sobre el empate infinito con la banda. Tenemos que poner en valor lo que hacemos. Parecía que las propuestas de paz sólo las hacían los nacionalistas, cuando siempre han fracasado: Argel, Lizarra y Loyola. No sólo se trata de decir que 'no', sino de demostrar que existe un camino para derrotar a ETA.

- Ante la posibilidad de que se abra un escenario de alto el fuego, ¿cuál sería la postura del PP?

- Hasta no ver qué movimiento hacen o cómo lo escenifican, será complicado. Pero lo nuestro es pedir la máxima exigencia. Después de 950 asesinatos, años de dolor y ver cómo hemos avanzado últimamente, aquí no vale un comunicado de 'yo no he hecho nada'.

- ¿Qué es lo mínimo exigible?

- Rechazo del terrorismo, condena de lo que ha sido su historia, puesta a disposición de la Justicia y entrega de las armas. Cuanto más claros seamos, más acertaremos.

- Además de firmeza, ¿no cree que los vascos necesitan un mensaje de esperanza para saber que el final de ETA es posible, incluso entre los votantes del PP?

- La esperanza es la firmeza. Si seguimos aplicando lo que ha hecho este año el Gobierno vasco, si seguimos evolucionando con las leyes, podemos acabar con ellos. Entonces, la gente podrá defender su proyecto político con la misma tranquilidad que lo defienden los otros.

- Pero también se ha demostrado que no sólo basta con la firmeza y que serían necesarios gestos, no entendidos como claudicaciones.

- No lo comparto. Aunque se haya hecho con buena fe, el diálogo ha sido entendido por parte de ETA como debilidad. ETA tiene un proyecto político totalitario y fascista. Más allá de la actividad policial, hay que deslegitimar su proyecto. Ahí está el final. Que me presenten cualquier tipo de negociación, diálogo y debate en el que ETA no haya acabado mordiendo la mano. Les ha mordido a todos. Cuando hablo de firmeza no hablo sólo de que la Ertzaintza sea muy eficaz y quite muchos carteles. Estoy hablando de que debemos tener una posición en la que se anulen sus expectativas políticas.

- ¿No están siendo demasiados rigurosos con los movimientos de presos de ETA que, según el Ministerio del Interior, se han desligado de la violencia?

- No vale con que uno que ha asesinado a veinte firme un papelito y ya sea bueno. No. Es normal que las víctimas lo sientan como una agresión. Hacen falta más garantías para evitar que esto se convierta en un coladero que fortalezca su posición. Puede que estemos jugando los minutos finales de un partido que ha durado mucho, pero quiero evitar que en el último momento vengan los malos y metan un gol con la mano para empatar y jugar la prórroga. Cuanto más firme sea el PP, menos probable es que el Gobierno de Zapatero cometa errores en busca del fin del terrorismo. Pero hay que ser prudente porque ETA todavía puede causarnos dolor.

- El lehendakari asegura que «no es mala noticia» que haya presos que admitan «el daño causado».

- Si el rechazo de esos presos a ETA estuviese garantizado, no estaría mal. Pero es que una pájara que ha asesinado a 23 personas, quién te dice que no ha firmado porque le apetece estar más cerca de su casa.

«Que les delaten»

- ¿Qué mas garantías necesita?

- Que trabajen en el cuestionamiento del terrorismo desde el minuto uno. Que delaten a sus compañeros como ha hecho algún que otro etarra durante los últimos años.

- ¿Que sean chivatos y se pongan en el disparadero?

- Quién dice que estos supuestos arrepentimientos no sean el enésimo intento de ETA de sacar la cabeza. El Gobierno asegura que está dividiendo al colectivo de presos, mientras que Currin cuenta que esto es un proceso de negociación.

- ¿Qué opina de Brian Currin, mediador sudafricano?

- Es un caradura que vive del mercadeo de la mediación; que se está llenando los bolsillos jugando con las expectativas de paz de los vascos. Es el delegado de Batasuna.

Si alguien esperaba novedades de calado en el discurso del PP vasco sobre ETA y la izquierda abertzale radical, Basagoiti les ha dejado claro que mantiene el mensaje de «la máxima firmeza» tanto para referirse a la política penitenciaria como al debate interno de Batasuna y a un eventual alto el fuego. La novedad reside en que los populares de Euskadi disponen de un instrumento -el pacto con el PSE- para no tener ya que decir 'no' a todo cuando se afronte la recta final del terrorismo. Basagoiti desvela que el lehendakari ya le ha anunciado que «comparte» sus reflexiones.

Cuando habla del PNV, reaparece el discurso de «mano tendida», pese a reiterar la necesidad de que Rajoy eche un cable a Zapatero con los Presupuestos Generales para restar protagonismo a los jeltzales en el Congreso. Parece cómodo en vaqueros, calzando unas 'camper' modelo 'pelotas XL'.

- ¿Qué ha pasado con Urkullu, que le acusa de «condicionar» la relación con el PP, aquí y en Madrid?

- Por mi parte no hay ningún problema. Tampoco viene mal que haya una polémica porque el PP, hace apenas unos años, ni tan siquiera era objeto de controversia con los demás partidos. Hacían como si no existiéramos. No voy a exigir nada a Urkullu. Si no, estaríamos a tortas. Siempre que el PNV quiera un entendimiento, lo tendremos; por eso tiendo la mano a todos los partidos para un diálogo y una relación normal. En Euskadi necesitamos convivencia entre los ciudadanos y concordia entre los partidos. Hay que tener más cintura, ser más abierto y liberal.

- ¿Y de todo esto qué opina Rajoy?

- Pues no sé lo que opina Rajoy, lo que opino yo es que si el PNV quiere puentear al PP vasco va de cráneo. La relación con el PNV la lleva el PP vasco. Al PNV le encanta eso de ir a Madrid a invitar a chuletón y angulas.

- ¿Qué es lo que más le sorprendió de la aparente vida «normal» del presunto asesino de 'Pagaza'?

- El drama del País Vasco es ése: gente que está tan fanatizada que puede tomarse un vino y luego matar a una persona. La Ertzaintza se animará a conseguir más éxitos, en la medida en que haya una mayoría parlamentaria que tenga como prioridad acabar con la lacra del terrorismo.

- ¿Teme un rebrote de la kale borroka en plenas fiestas?

- Las fiestas son un momento propicio, pero ya no es como antes. La kale borroka cuestiona la verdadera voluntad de ETA-Batasuna y revela la ineficacia de EA en su entendimiento con ellos. Si Batasuna quiere, mañana no se mueve ningún cóctel molotov.

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