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Un sabotaje «propio de fascistas» en Barakaldo

OCTAVIO IGEA

Martes, 13 de julio 2010, 10:59

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El alcalde de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, denunció ayer la actitud «intolerante» de quienes sabotearon la emisión de la final del Mundial a través de una pantalla gigante que el Ayuntamiento instaló en el Frontón Baracaldés. Desconocidos dejaron sin luz el complejo deportivo y algunas calles del entorno. «Es un comportamiento propio de fascistas. Personas como esas, que quieren imponer a toda costa sus ideas y sentimientos a los demás, sobran en nuestra ciudad», aseguró Rodríguez, tras pedir que los implicados sean localizados para que «caiga sobre ellos todo el peso de la ley».

Unas 700 personas, el aforo máximo permitido, se congregaron el domingo para seguir el partido entre España y Holanda en el Frontón Baracaldés. El visionado transcurrió con absoluta normalidad hasta el minuto 76, cuando se fue la luz. Pese a que los técnicos municipales se afanaron en intentar arreglar la situación, los espectadores tuvieron que trasladarse precipitadamente a los bares del entorno para ver los minutos finales del Mundial. «Les hicieron una faena bien gorda, pero todos los asistentes supieron comportarse con civismo», alabó el alcalde.

Según las pesquisas realizadas en las últimas horas, el corte del suministro eléctrico se produjo después de que fueran arrancados dos fusibles de un cuadro eléctrico situado en el exterior del equipamiento deportivo. «Los boicoteadores sabían muy bien lo que hacían, lo habían planeado, porque cualquiera no puede manejarse dentro de esos elementos eléctricos», lamentó Rodríguez tras anunciar que la Policía local y la Ertzaintza ya trabajan en la identificación de los autores del sabotaje.

Rodríguez también criticó la concentración que la izquierda abertzale organizó a las puertas del frontón una hora antes del inicio de la final. «Trataron de amedrentar al público, cada vez son más radicales y menos abertzales. Ha quedado claro que la gente ha perdido el miedo a expresar públicamente sus sentimientos. Todo el mundo vio en Barakaldo cómo cientos de personas salieron a la calle a celebrar la victoria de 'La Roja' con banderas, bañándose en fuentes o tocando los cláxones de los coches», concluyó.

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