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DETECCIÓN PRECOZ DE CÁNCER

El programa de mamografías se abrirá sólo a mujeres de 45 años con antecedentes

Osakidetza prevé ampliar la prueba en los próximo meses, hasta ahora para pacientes de 50 a 69 años

JUANMA VELASCO

Miércoles, 23 de junio 2010, 12:00

El programa de detección precoz del cáncer de mama que ofrece Osakidetza se ampliará en los próximos meses a las mujeres mayores de 45 años. Eso sí, sólo a aquellas que tengan «antecedentes familiares o marcadores genéticos» que les hagan susceptibles a desarrollar un tumor. La iniciativa, que llega en un periodo de recorte de gastos en el Departamento de Sanidad, es consecuencia del acuerdo alcanzado en octubre pasado entre el PSE y el PP, después de que los populares exigieran rebajar la edad para realizar las mamografías dentro de las condiciones para apoyar las cuentas del Ejecutivo de Patxi López. Al final, el cribado no será universal y únicamente se llamará a las mujeres «con riesgos», en un proyecto que se está concretando.

En la actualidad, el programa de detección precoz del cáncer de mama en Euskadi se dirige a mujeres de 50 a 69 años, ambos inclusive. A todas ellas se les convoca cada dos años para la realización de la prueba. Durante el ejercicio pasado participaron 103.699 mujeres y se detectaron 394 tumores. Este plan arrancó en 1995 y en sus inicios se dirigía a mujeres hasta los 64 años. A partir de 2006, se aprobó el aumento de edad hasta los 69, siguiendo las recomendaciones de organismos como la Comisión Europea y el Servicio Nacional de Salud. «Existía evidencia científica de que los programas de cribado eran efectivos para disminuir la mortalidad en el grupo de 65 a 69 años», explica Garbiñe Sarriugarte, responsable del programa de detección precoz del cáncer de mama en Euskadi.

El plan de cribado vasco es similar al que existe en otras once comunidades. En cinco autonomías -Navarra, La Rioja, Castilla-León , Castilla-La Mancha y Valencia- ya se realizan mamografías a partir de los 45 años. Esta circunstancia ha llevado a asociaciones de afectadas por el cáncer de mama a solicitar que «progresivamente se amplíe el abanico de las edades para ser convocadas por los programas de detección precoz».

Según Osakidetza, la diferencia de la cobertura entre distintas autonomías se debe a que, «en aquellas en las que el programa se puso en marcha antes de 1995, se dirigía a mujeres a partir de los 45 años» por las recomendaciones que entonces hacían los organismos internacionales. Los planes posteriores, como es el caso del vasco, afectan a mujeres a partir de los 50 años debido a que los criterios de los expertos cambiaron a partir de entonces.

Sin evidencias científicas

Las autoridades sanitarias vascas coinciden con las directrices del Sistema Nacional de Salud, la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea o, más recientemente, el US Preventive Services Task Force -prestigiosa agencia gubernamental independiente de expertos de Estados Unidos-, que «no recomiendan el cribado poblacional a mujeres menores de 50 años.

Como explican desde el Departamento de Sanidad, «no hay suficiente evidencia científica (relación entre beneficio y efectos adversos) para recomendar la prueba en mujeres menores de 50 años, debido a que no se ha demostrado que, en estas edades, el programa sirva para disminuir la mortalidad».

Por debajo de los 50 años, en la Sanidad vasca se realiza hasta ahora «un manejo individualizado para cada mujer en función de los datos de su historia clínica: antecedentes ginecológicos, obstétricos y de la mama, antecedentes familiares de cáncer de mama, patologías previas..., que junto con el resultado de la exploración física, deben de dirigir la prescripción de pruebas de forma individualizada», señalan.

Respecto a la autoexploración, ya han comenzado a surgir voces en contra de este sistema. Entre ellas la agencia gubernamental independiente de expertos de EE UU, al entender que crea a la mujer más ansiedad que beneficio. «La mama es una glándula muy irregular y lo que a la mujer le parece un nódulo no lo es la inmensa mayoría de veces», explica un ginecólogo. Por su parte, la responsable del programa de detección precoz del cáncer de mama en Euskadi recuerda que la autoexploración «no es una técnica para el diagnóstico precoz del cáncer de mama por su baja sensibilidad». No obstante, Sarriugarte considera que «puede ser incorporada a nivel individual dentro de los hábitos de vida, con el objetivo de detectar la aparición de cualquier cambio en la mama, y su consiguiente consulta médica para determinar dichos cambios».

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