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MOTOR

El 'manco' gana con una mano en Jerez

T. G. M.

Lunes, 3 de mayo 2010, 04:37

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Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Toni Elías es diferente. Es el único 'animal' capaz de triunfar dos veces con una mano en la catedral del motociclismo. Lo consiguió en 2003, cuando no podía acelerar con una mano, a los mandos de una Aprilia de 250cc. «Dicen que ha sido muy grande», subrayó entonces. Y lo ha repetido ahora, en la nueva cilindrada de 600cc., con un dedo tieso por una escayola que se quitó para poder enfundarse un guante preparado especialmente para él. Fue un éxito apoteósico que el manresano celebró en Peluqui con una afición entregada a un profesional que es un genio de las motos, capaz de robarle un título a Rossi en 2006 (en Estoril) y de cometer salidas de curva como las cuatro que ayer protagonizó en su circuito preferido.

La calidad del catalán destaca en esas acometidas. En las cuatro ocasiones cerró con la Moriwaki y recuperó el terreno perdido. En las dos últimas vueltas se coló en dos ocasiones y no permitió que, Luthi primero y Tomizawa después, alcanzaran definitivamente el primer puesto.

En el giro definitivo Elías se emparejó con Tomizawa, le tuteó y, por fin, dejó de pasarse de frenada para cerrar bien los huecos y adjudicarse una victoria histórica. El japonés comprobó que el catalán no cedería hasta vencer y aseguró el liderato en el campeonato con la segunda posición. Inteligente este tipo de 19 años, nacido en Chiba. Promete. Pero su adversario barcelonés ya le pisa los talones en la general.

Luthi se conformó con el tercer cajón. Gadea fue sexto y Simón, octavo. Intercalado entre ellos, un Kenny Noyes, el americano de Miraflores, que lideró la prueba durante muchos minutos y demostró que el equipo de Antonio Banderas fichó muy bien. Elías ya barnizó su madera hace muchos años. Ayer, en Jerez, brindó otra gesta a su público. La competición de Moto2 necesitó dos salidas, pues en la inicial se produjo una caída de nueve hombres, producto del aceite soltado por la Suter de Tomizawa, y se sacó la bandera roja. En la segunda, Elías dio brillo con su aceite de primera calidad.

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