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FUSIÓN PARITARIA

El PNV descarta que la presencia territorial dificulte la futura caja vasca

Azkuna dice que no quiere «molestar» a guipuzcoanos y alaveses, pero recuerda que la BBK «es la mayoritaria»

JOSÉ V. MERINO

Miércoles, 31 de marzo 2010, 10:41

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El PNV intentó rebajar ayer el nuevo frente territorial abierto por el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, al anunciar que se propone «impedir» desde su puesto en el consejo de administración de la BBK una fusión paritaria de las cajas de ahorro vascas. La entidad resultante de la integración, había declarado el regidor el lunes a EL CORREO, «tiene que reflejar el peso de cada uno y la BBK tiene el suyo». La respuesta oficial vino desde la provincia más pequeña, la más afectada si las consideraciones de Azkuna se llegan a poner un día en práctica. «No tendría sentido un 25-25-25» (como en el Parlamento vasco), dijo Iñaki Gerenabarrena, el jefe de filas del ABB, y la representación debería ser «proporcional, lo suficientemente modificada para que nos permita a todos estar con una cierta comodidad». Hay «factores de corrección que se pueden aplicar», agregó, y ese sería «el menor de los problemas» de cara a la fusión.

Medios próximos al presidente del PNV, Iñigo Urkullu, también intentaron desdramatizar, ya que a Iñaki Azkuna «se le conoce para lo bueno y para lo malo». «Hay que entender que está haciendo su campaña, como en el caso de la capitalidad -hace unos días cuestionó que Vitoria sea la capital de Euskadi, lo que agitó sobremanera las aguas políticas- y cuando llegue el momento quien decidirá será sobre todo Mario Fernández», agregaron. Además, recordaron, en el primer diseño de una fusión entre la BBK,la Kutxa y la Vital, un proyecto fracasado sobre todo por la oposición socialista, «nunca se contempló una paridad, sino que la BBK hiciera alguna cesión a las otras dos cajas».

El propio Azkuna trató de quitar hierro al comentar que su pretensión no es «molestar ni a guipuzcoanos ni a alaveses». Pero sí dijo que «apoyo a Mario Fernández en lo que ha dicho públicamente estos días -el presidente de BBK ha señalado que ahora no es el momento de la fusión y ha telegrafiado que cada una de las entidades debería tener el peso que verdaderamente le corresponde en una futura caja única- y cuando llegue el momento de la fusión ya hablaremos, si es que llega. Y luego veremos qué porcentajes tiene cada uno, porque BBK es la mayoritaria y, si se habla de fusión, habrá que hablar en esos términos».

Los socialistas, a los que el PNV acusa de agitar el debate por el intento de que Gregorio Rojo, el presidente de la Vital, no quede descolgado de la fusión debido a sus problemas judiciales para mantenerse al frente de la entidad alavesa, prefirieron guardar silencio.

Visión de país

El Gobierno vasco sí intervino, aunque de forma matizada. Portavoces del Departamento de Hacienda que dirige Carlos Aguirre creyeron ver en las palabras de ayer de Azkuna una «rebaja del tono». En cualquier caso, y tras subrayar su «respeto por las opiniones» tanto del alcalde de Bilbao como de otros interlocutores, subrayaron que la fusión entre las cajas «se dará en el momento adecuado» y «deberá ser fruto de un consenso que se producirá si entre todos se llega a una visión integrada de país, frente a intereses locales y partidistas».

Los populares respaldaron abiertamente las consideraciones de Azkuna. «Bienvenido al club», dijo su portavoz para asuntos económicos y presidente del PP vizcaíno, Antón Damborenea. La tesis de que una futura caja única recoja el peso relativo de cada una de sus integrantes, enfatizó, «es lo que siempre hemos defendido», afirmación que no es compartida por sus compañeros de Álava, contrarios a que la Vital quede desdibujada. Damborenea agregó que «el dinero que maneja la BBK es propiedad de los vizcaínos y nadie puede regalarlo fuera del territorio». Por ello, apostilló que cualquier proyecto debe tener en cuenta el verdadero peso de cada uno de los actores para no caer en «chapuzas como lo que ha pasado con Cajastur y Caja Castilla-La Mancha». Y, ante la pregunta de si el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación de Vizcaya deberían 'mandar' más que sus colegas de Álava y de Guipúzcoa, contestó con un rotundo «sí, por supuesto».

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