Cancelaciones y retrasos en el primer día de huelga de British Airways

Miles de pasajeros se quedaron ayer en tierra como consecuencia del primer día de huelga de los tripulantes de cabina de la aerolínea British Airways. El paro convocado por el sindicato Unite se extenderá hasta mañana y el día 27 se iniciará otro hasta el 30. Los trabajadores protestan por la eliminación de 1.200 puestos de trabajo, la reducción de la dotación de personal en los vuelos de larga distancia y la congelación de sus sueldos durante dos años. La compañía, que se encuentra en plena fusión con Iberia, asegura que son medidas necesarias para afrontar la crisis.

Como siempre ocurre en este tipo de conflictos, British Airways y Unite difirieron a la hora de valorar el seguimiento del primer día de huelga. Mientras que la compañía aseguró que en torno al 50% de los trabajadores había acudido a su puesto, el sindicato afirmó que el 80% de sus 12.000 afiliados había secundado la huelga.

La compañía estimaba a primera hora de la mañana que iba a conseguir atender a cerca de 49.000 clientes frente a los 75.000 que transporta en un día normal de un fin de semana de marzo. Para reducir el impacto de la huelga, la empresa había llegado a acuerdos con otras aerolíneas para colocar a sus pasajeros. El sindicato, por contra, destacó que más de 80 aviones no pudieron despegar del aeropuerto londinense de Heathrow y que otros 20 quedaron aparcados en el de Cardiff. La aerolínea ha anulado 1.100 vuelos de los 1.950 programados para las tres primeras jornadas de paros.

En los aeropuertos españoles, British Airways canceló ayer 11 vuelos de los 26 programados. Siete de ellos conectaban con Barcelona y cuatro con Málaga. La aerolínea no opera en Bilbao.