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Los auriazules han sumado dos victorias y dos empates en las cuatro últimas jornadas. :: BORJA AGUDO
El Barakaldo pretende mantener su racha en casa a costa del Almoradí
BALONMANO

El Barakaldo pretende mantener su racha en casa a costa del Almoradí

El equipo auriazul no conoce la derrota desde el pasado mes de diciembre pese a tener siete jugadores lesionados

IVÁN ALONSO

Viernes, 5 de marzo 2010, 03:49

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¿Recuerdan la última vez que el Barakaldo Balonmano conoció la derrota en liga? Fue antes de Navidad. La contundente derrota ante el Puerto Sagunto por 31-23 en la decimocuarta jornada parece que cerró la mala suerte de los baracaldeses. Desde entonces, el conjunto de Txanpi Rivero ha seguido cruzando la península, ha pasado un mes de parón vacacional e incluso tiene casi un tercio de la plantilla de baja, pero sigue invicto siete jornadas después de la debacle del 13 de diciembre.

El objetivo pasa por mantener la racha, aunque no parece sencillo: dos victorias por la mínima y dos empates en las últimas cuatro jornadas han empezado a encender las luces de cruce en un equipo que se sentía, por méritos, muy fuerte hasta hace un mes. Mañana recibe a las 19 horas en Lasesarre al Almoradí Mahersol y el técnico avisa a sus jugadores y afición de que no se confíen. «El Almoradí es un equipo difícil, que juega mucho y que va a venir aquí a conseguir dos puntos que para ellos son de oro». No es hablar por hablar. Están decimoterceros, a un punto del descenso y, además, parece que le han tomado la medida al equipo fabril. El año pasado le vencieron en Lasesarre y este año, durante la primera vuelta, volvieron a hacerles morder el polvo por dos goles.

Pero si es cierto que el conjunto alicantino de la Vega Baja tiene peligro, no lo es menos que su andadura durante las últimas jornadas ha sido muy renqueante: dos derrotas y un empate no pueden hacer desfallecer a un equipo que viene de llevarse los dos puntos del fortín de Pozoblanco, donde el Prasa cayó por 26-28 elevando la moral de los hombres de Txanpi Rivero. «Tenemos que seguir manteniendo ese espíritu», explica el preparador. «Hay que salir muy concentrados, sin bajar la guardia en ningún momento».

Romper el ritmo

El factor sorpresa puede ser determinante a la hora de definir las opciones de victoria de los auriazules. La importancia del partido y la dificultad de un rival correoso que puja por salir de la quema están ahí. El Almoradí, además, es un equipo atípico en esta división. Su clásica formación defensiva que dibuja un 3-2-1 en la cancha es algo que sorprende al técnico fabril. «No suele practicarla casi ningún equipo y eso siempre desconcierta porque les lleva a ser muy abiertos». Romper su juego, golpear de manera franca y romperles el ritmo pueden ser algunas de las respuestas que el entrenador prepara para desbordar al rival en Lasesarre. «Que quede claro», insiste el preparador, «que ellos tienen jugadores de gran calidad, un gran pivote, un sólido central y dos extremos que corren que se las pelan». Si a ello unimos una portería muy equilibrada, la prudencia de Txanpi Rivero parece más que justificada.

Seguro que en tierras alicantinas pensarán lo contrario. El Barakaldo Balonmano está empezando a adquirir cierta aura de equipo-fortaleza capaz de sobreponerse a todas las adversidades. Hasta siete jugadores permanecen en la enfermería, cuatro de ellos con la temporada ya perdida. Da igual. Jornada a jornada ha demostrado ser el equipo más fuerte de la segunda vuelta y su entrenador quiere que la racha continúe. «Estamos aquí por méritos propios, no nos han regalado nada», sentencia. Está claro que Rivero quiere que siga en el olvido la fecha de su última derrota.

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