Carlos Aguirre: «Euskadi ha sido capaz de sumarse a la ola de recuperación que llega de Europa»

Es cauto por naturaleza y no le gusta echar las campanas al vuelo al primer dato positivo que recibe. Pese a ello, no oculta una cierta satisfacción después de haber padecido ocho meses de malas noticias, de descensos en la recaudación fiscal, apreturas, aumentos del endeudamiento y perspectivas de futuro malas, muy malas. Carlos Aguirre comienza a respirar al frente del Departamento de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, pero vigila por el rabillo del ojo la gráfica que marca el comportamiento de la economía: acaba de abandonar el estado de recesión, pero nadie pone la mano en el fuego para asegurar que eso se vaya a mantener.

- ¿Respiró tranquilo cuando supo que la economía vasca creció el 0,2% en el último trimestre del pasado año?

- Respiré mejor, lo admito. Me lo comunicaron por teléfono y recuerdo que tuve una buena sensación. Es un cambio de ciclo y la confirmación de que algunos indicios que ya teníamos se asentaban en el lado positivo. Pero eso no nos debe hacer perder de vista lo malo que ha sido 2009. Un año espantoso.

- Algunos análisis apuntan a que la recuperación del mercado interior y, en especial, del consumo de los hogares se debe al plan 'renove' de vehículos. Si fuese así, ¿teme que cuando desaparezcan las ayudas todo se venga abajo?

- Hay algo más que ventas de vehículos en el cambio de tendencia del consumo de los hogares. Si analizas algunos indicadores de los últimos meses, como las ventas del comercio minorista, de las grandes superficies, etc., te das cuenta de que ha habido un cambio de tendencia. Está claro que la venta de coches ha sido un puntal de la recuperación, pero no el único.

La demanda exterior

- El consejero de Industria, Bernabé Unda, aseguró que ese dato positivo del último trimestre se debe a la capacidad que han tenido las empresas para beneficiarse del tirón de las exportaciones a países como Alemania y Francia.

- Ésa es nuestra impresión, del contacto directo con las empresas aunque aún no tenemos los datos de detalle sobre lo que ha sucedido con las exportaciones. Tenemos sólo el trazo gordo y necesitamos analizarlo de forma más detallada. Está claro que esa recuperación de las exportaciones se ha producido en algunos sectores de la industria. En concreto, la que está vinculada al automóvil; pero quizá en otros todavía no.

- Aunque ya ha repetido muchas veces que hay que tener prudencia, ¿es optimista o pesimista sobre el futuro?

- Soy optimista precisamente porque Euskadi ha sido capaz de sumarse a la ola de recuperación que llega de Europa y, además, hacerlo a una velocidad extraordinaria. En poco más de un trimestre el País Vasco ha podido aprovechar el tirón de esas economías, mientras que en crisis anterior nos costó años. Esto quiere decir que cada día somos más dependientes del mercado exterior, aunque no debemos olvidar que es España nuestro cliente preferente.

- Entonces, cuando Alemania se resfría hay que echarse a temblar. ¿Cómo interpreta el parón de la economía germana a finales de 2009?

- Nos ha descolocado. Afortunadamente hay ya algún dato de enero que apunta a una vuelta hacia sendas de crecimiento razonables. Crecimiento bajo, pero crecimiento al fin y al cabo.

Un poco mejor

- Usted ha anunciado que el Gobierno va a revisar en los próximos días sus previsiones de crecimiento para este año. ¿Cree que se puede mejorar ese 0,1% que habían estimado?

- El equipo del departamento está trabajando en ello en estos momentos y hasta dentro de algunos días no tendremos los resultados del modelo. Lo lógico es que haya alguna mejora en las previsiones. Todos los países del entorno han mejorado las suyas.

- Algunas estimaciones independientes (es el caso del servicio de estudios de Caja Laboral) creen que a lo largo del año se puede volver a las tasas negativas de crecimiento intertrimestral.

- Nosotros no contemplamos ese escenario.

- ¿Mira con envidia a Navarra, donde el despegue se ha producido antes?

- No, la navarra es una economía pequeña y muy vinculada a unos pocos sectores de actividad. No sirve como elemento de comparación para el País Vasco.

Estamos mejor

- ¿Qué diferencia a la economía vasca de la española?

- Hay tres elementos clave. El primero es que la economía española necesita reequilibrar su modelo productivo, que tenía un excesivo peso en la construcción. El País Vasco ya hizo ese recorrido hace años. No tenemos una tasa de paro en el entorno del 20% y nuestras cuentas públicas están muchísimo más equilibradas. Nuestra posición de salida de la crisis es mucho mejor. Hay que valorar también el efecto positivo de las 'pymes'.

- ¿A qué se refiere?

- Hasta ahora, dábamos mucha importancia a las grandes compañías, pero la crisis nos ha permitido apreciar el valor que tienen las pequeñas y medianas empresas. Tienen más flexibilidad para acomodarse a la crisis y, además, sus centros de decisión están muy próximos.

- Ya nombra la flexibilidad. ¿Cree necesaria la reforma laboral?

- Sí. Cuando te fijas en el mercado laboral, te das cuenta de que hay una dualidad, una distorsión clarísima debido al exceso de contratos temporales. De lo que no soy partidario es de fijarse sólo en el coste del despido, sino de desarrollar más el concepto de empleabilidad, la capacidad para estar siempre empleado.

- Aunque el año acaba de comenzar, ¿va a ser suficiente con los 2.050 millones de endeudamiento que habían previsto para 2010?

- Sí, creo que será suficiente porque, además, parece que también repunta la recaudación fiscal.

Pocos Euskobonos

- ¿Apelará al bolsillo de los vascos con alguna emisión de Euskobonos?

- Lo tenemos previsto, pero en cualquier caso será pequeña. No queremos drenar el ahorro de los vascos. En estos momentos tenemos una buena calificación de solvencia y eso nos permite aspirar a colocar las emisiones de deuda fuera.

- En ese mercado, ¿cree que la deuda pública vasca padecerá las consecuencias del deterioro de imagen que ha sufrido España en los últimos meses?

- Me temo que sí. Nuestra calificación nos permite una cierta tranquilidad en las colocaciones, pero el coste viene marcado por arriba, por la calificación del Estado. Por esa misma razón no vamos a esperar mucho tiempo para realizar las emisiones. No creemos que vaya a producirse a corto plazo una mejora de la calificación de solvencia de España y los tipos de interés tampoco van a bajar; más bien, al contrario.

- Aunque tiene una incidencia menor, también el Cupo que se paga al Estado afecta a la tesorería del Gobierno y de las diputaciones. ¿Mantiene sus discrepancias sobre la liquidación del Cupo de 2008?

- Sí, ahí no hemos avanzado nada y no está encauzado. Tenemos una discrepancia con el Estado que puede evaluarse en unos 40 millones de euros. Hay un tira y afloja sobre la interpretación de algunas transferencias del Estado, la mayor parte relacionadas con la Ley de Dependencia, en las que no nos ponemos de acuerdo. Sin embargo, estamos absolutamente convencidos de que nuestra interpretación es la correcta.

- Y otro tema 'guadiana' en el panorama económico vasco: la fusión de las cajas de ahorro. ¿Qué le parece la apelación de Gregorio Rojo, presidente de la Vital, para abordar sin dilaciones ese proceso?

- Por las conversaciones que he tenido, el Banco de España no considera que esa fusión sea urgente y cree acertado que en estos momentos el esfuerzo esté dedicado a la gestión. Además, si hay uno que lo quiere y dos que no... pues esto es lo que hay.