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Simeone, manteado por sus jugadores. / Sergio Pérez (Reuters)
«La gente nos hizo sentir como en casa»
fútbol | copa del rey

«La gente nos hizo sentir como en casa»

Simeone elogia a los aficionados rojiblancos, que enloquecieron durante la emovida celebración con sus jugadores en el 'pequeño Calderón'

AMADOR GÓMEZ

Lunes, 20 de mayo 2013, 11:39

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«¡Mourinho, quédate! ¡Mourinho, quédate!», cantaron con recochineo los hinchas del Atlético en un Bernabéu que presenció la primera derrota del Real Madrid en toda la temporada. La afición rojiblanca clamó con chanza a favor de Mourinho antes de la disputa de la final, cuando se nombró al portugués por la megafonía, y en cuanto acabó la prórroga. Fue una explosión de júbilo. Un éxtasis rojiblanco que dio paso a la recogida de la Copa en el palco y a los famosos himnos de Joaquín Sabina y Glutamato Ye-Yé, que tronaron en un estadio ya despoblado de seguidores madridistas.

Casi 14 años sin ganar al eterno rival, hacerlo en una final copera y, encima con fortuna y contra el Madrid de Mourinho, lo merecía todo. Hasta que Courtois se atreviese a ir clavando en distintas zonas del césped del coliseo blanco, cual conquistador, la bandera del 'Atleti' enarbolada por los jugadores durante una celebración tan emotiva. En su estadio talismán en este torneo, y recocigándose de su odiado enemigo madridista. «Tuvimos la suerte que hay que tener, y el apoyo de la gente nos hizo sentir como en casa», sentenció Simeone, que también se acordó de Futre. «Hoy se repitieron las imágenes que él relataba cuando se ganó la Copa al Madrid aquí en 1992», apuntó el 'Cholo'.

Diego Costa también quiso poner la bandera en el centro del campo y, por supuesto, Simeone, que recordó «a la gente que tanto trabaja para el Atlético y que no sale en los medios», fue manteado por los jugadores.»Extraordinaria victoria», reconoció el argentino. También el 'Mono' Burgos, poco antes de que se fuesen apagando los focos del Bernabéu, cuando los rojiblancos solo pensaban en difrutar. A media luz, fue un feo detalle del Real Madrid, pero allí continuaba la fiesta. Con los aficionados colchoneros eufóricos en la grada y los jugadores botando y elevando la Copa al cielo de Madrid.

Los abrazos, los saltos, las lágrimas de alegría, los cánticos de la considerada mejor afición, con los suyos en las malas y en las buenas, se repitieron en un Bernabéu teñido por completo de rojiblanco en el fondo norte. En los instantes finales de la fiesta en un escenario tan monumental, el canterano Koke incluso colocó en el centro del campo una bandera del 'Atleti' y se arrodilló para besarla. El 'pequeño Calderón' volvió entonces a enloquecer. «A partir de mañana habrá más niños del 'Atleti'», se enorgulleció Simeone durante una rueda de prensa en la que elogió a su grupo, «un equipo competitivo».

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