Nóos intentó sin éxito una cumbre en Barcelona

Iñaki Urdangarin y Diego Torres no se conformaron con hacer pingües negocios con sus congresos en Valencia y Palma de Mallorca, también intententaron en 2005 hacer lo mismo en Barcelona. Ambos socios intentaron involucrar a la Generalitat de Cataluña para hacer el Barcelona Summit, una «Cumbre Internacional de salud sobre el mecenazgo, la responsabilidad social corporativa y las biorregiones».

Según desvela un correo de la nueva tanda aportada por Diego Torres en las última horas en el juzgado de Palma, el coste de ese «Barcelona Summit» era parecido a los Valencia Summits o al Illes Balears Forum, sobre los 1,2 millones de euros. Las órdenes de Urdangarin a sus subordinados eran claras. Para tratar de convencer de las bondades del proyecto -y dado de los fines sociales que se perseguían- los empleados de Noos cuando se dirigían a un consejero o al superior de los jesuitas, en sus palabras, añadían un poco más de «sal» social a sus escritos.

De los mensajes aportados por Torres no se infiere por qué no salió adelante aquel proyecto, pero lo cierto es que Nóos no llegó a conseguir un euro de las instituciones catalanas para esa cumbre supuestamente social. Más éxito tuvo Urdangarin en 2003 con la que sería su futura empresa, Telefónica. Según los correos, logró firmar en persona un contrato por 181.000 euros con la multinacional, sin contar gastos de viaje ni estancia, solo por el hecho de hacer un estudio titulado «Servicios de consultoria y soporte a la gestión de los proyectos de desarrollo de la estrategia global de patrocinio». Lo curioso es que, en teoría, la contraprestación tendría que haber empezado tres meses antes de que firmaran el contrato.

La documentación entregada al juez José Castro incluye otro contrato firmado en 2005 del puño y letra por el duque de Palma con Repsol, que prácticamente es calcado al suscrito dos años antes con Telefónica. Ese acuerdo supuso para Urdangarin y Torres 100.000 euros más IVA al mes durante todo el 2005 (renovable anualmente). Los dos socios vendieron a la petrolera supuestos estudios sobre «Asesoramiento para formular una estrategia de patrocinio». En los mails también figura un tercer acuerdo, sin que conste la cfira, con la denominada Fundación Metrópoli para otro fin difuso, «Reflexión sobre las inicitivas singulares para transformar ciudades y terroritorios».