Borrar
H8, tocado y hundido
'Cuando todo está perdido'

H8, tocado y hundido

Robert Redford encarna a un navegante que lucha contra los elementos en alta mar mientras su velero hace aguas y los tiburones se relamen

ROBERTO GONZÁLEZ

Viernes, 14 de febrero 2014, 10:36

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Naúfrago, La vida de Pi... la historia del hombre luchando contra los elementos en alta mar da mucho juego para el drama, tanto que incluso se puede sostener toda la acción en torno a un mismo personaje. El caso de Cuando todo está perdido es particularmente representativo ya que no cuenta con extensos prólogos ni tigres de Bengala, ni siquiera con un balón de fútbol como forzado interlocutor. Toda la película descansa sobre los hombros de un ilustre veterano como Robert Redford, que, a estas alturas de su carrera, se marca un tour de force interpretativo asumiendo el protagonismo absoluto de una historia casi sin diálogos.

La estrella de El golpe encarna aquí a un hombre anónimo que realiza un viaje en solitario por el océano Índico. Un día se despierta y descubre que su velero hace aguas tras haber colisionado contra un contenedor caído de algún buque. El equipo de navegación y la radio no funcionan y se avecina una terrible tormenta.

Con la única ayuda de unos mapas náuticos y su intuición se verá obligado a recurrir a las corrientes marítimas con la esperanza de que le lleven por la ruta adecuada y pueda encontrar un buque que le socorra. Mientras tanto, los víveres menguan y los tiburones no se alejan del barco.

Apoyo al talento

Acompañamos al marinero en su batalla por la supervivencia durante ocho largos días. Tras este proyecto tan complejo en su aparente sencillez se encuentra el director de la estimable Margin Call, J. C. Chandor, que narraba las 24 horas previas al inicio de la crisis económica con una limitación espacio-temporal, pero con abundancia de diálogos y un reparto mucho más amplio.

El realizador conoció a Redford durante la presentación de aquel filme en Sundance, el festival apadrinado por el protagonista de Dos hombres y un destino, y aprovechó para ofrecerle el papel de su siguiente película, sin tenerlas todas consigo.

Afortunadamente para él, el legendario intérprete decidió aceptar el reto. «J. C. Chandor me cayó muy bien», confiesa Redford. «Representa a la perfección al tipo de personas que queremos apoyar. Su visión y su forma de contar historias es muy particular. Me gustó mucho el guión porque era diferente, atrevido y excéntrico. Estaba convencido de que J. C. sería capaz de ir más allá de lo que había escrito».

El cineasta, aficionado a la vela, tenía muy claro lo que quería explicar y cómo hacerlo. Siguiendo sus instrucciones el equipo del filme se encargó de buscar tres embarcaciones idénticas y un lugar donde pudieran hundirlas. Se filmaron algunas tomas en varias zonas del Caribe y del Pacífico pero, como suele ocurrir en estos casos, las escenas complicadas se realizaron en unas gigantescas piscinas situadas en Baja California, las mismas que se utilizaron para el rodaje de Titanic.

La banda sonora corre a cargo de Alexander Ebert, compositor de un grupo de contagiosas melodías folk. «Espero que la película sea tan apasionante como aterradora, emotiva e inolvidable», defiende el director.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios