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Cómo hacer las mejores fotos para vender tu coche
cuidar todos los detalles

Cómo hacer las mejores fotos para vender tu coche

Aunque tu vehículo no puede decir 'patata', hay trucos para conseguir mejorar las instantáneas que le saques

SERGIO EGUÍA

Viernes, 24 de enero 2014, 09:29

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Un amigo se mofaba el otro día de las fotos que algunos usuarios suben a las inmobiliarias digitales para intentar vender su casa. Él quiere cambiar de coche y estaba navegando en busca de páginas en las que poder ofertar su viejo cacharro. A ver si le saco algo. En esas, dio con algunos portales inmobiliarios y la verdad es que hay quien cuelga fotos de una habitación con la cama desecha o del baño con la tapa del aseo levantado con las que ilustrar que oferta un piso 'gran lujo' con todo tipo de maravillosas mejoras. Seguramente será verdad, pero un poco de por favor. No cuesta nada estirar las sábanas y subir la persiana antes de hacer la foto. Ya puesto, hasta podría quitar el polvo.

Lo más cachondo del tema es que mi amigo, días después, me pidió que le acompañara a retratar su coche. Ya he encontrado dónde ponerlo a la venta, pero me piden imágenes del 'trasto', dijo. Así que me cita en el garaje de su casa. Tiene la plaza en un menos tres. En el que, por cierto, hay dos fluorescentes del techo fundidas. Aquí bien, ¿no? Y no se cansaba de repetirlo. Desesperado -no dejaba de recordar la conversación anterior- y por no discutir, decidí sugerir que fuéramos primero a lavar su berlina. ¿A la máquina? ¿Para qué? ¡Que lo lave el que lo compre! Que yo ya, para lo que lo voy a usar. A punto de empezar a darme cabezazos contra las paredes del garaje, recordé una entrada en el blog de Citroën en el que daban consejos para sacar mejores fotos a un coche. Amigo, a ver si con esto te das por enterado. Yo ya no sé cómo explicárselo en persona.

En esencia, sacarle fotos a un coche para su venta es como retratar a una modelo que promociona cualquier otro producto. Es de esperar que la chica, o el chico, lleguen lavados y peinados a la sesión. Incluso podemos maquillar algún defecto. Es decir, reparar los pequeños arañazos. Hecho esto -la carrocería en perfecto estado de revista, con los cristales limpios, el interior impoluto (no sea perezoso que también se nota en el resultado final) y hasta las gomas de los neumáticos fregadas- ya solo falta elegir un buen lugar al aire libre -los fondos de las fotos valen casi tanto como los frentes- y una luz adecuada. A continuación enumeramos algunos consejos:

Siempre al atardecer o al amanecer

Son los momentos de mejor luz. Al estar el sol más bajo se crean sombras, contrastes y efectos de lo más atractivos. Los profesionales afinan incluso a la llamada 'hora azul': el momento en el que hay luz natural pero se van encendiendo las luces y lámparas. No es necesario llegar a esos extremos, pero téngalo en cuenta. Eso sí, que las imágenes no parezcan artificiales. Queremos vender el coche y el comprador tiene que creer que lo que le ofrecemos se parece realmente a las fotos. Todos tenemos un margen de confianza en que el producto está realzado y no está en perfecto estado, pero si nos pasamos nadie se sentirá atraído por ese reclamo demasiado hermoso. Por cierto, no las retoque con el ordenador. No hagamos trampas.

Tome las fotos desde una altura algo diferente a la normal

Asegure una buena imagen, sin posturas raras ni licencias artísticas. Un trípode puede ser de gran ayuda si hemos esperado hasta el último momento de luz. Cuanto más oscuro esté, más fácil que salga movida. El propio pulso puede fastidiar el momento. Ah, no haga las fotos con el móvil. Una vez que tenemos algo que enseñar es el momento de jugar con la cámara. Las imágenes tomadas de rodillas, a ras del suelo o simplemente levantando los brazos con la cámara por encima de la cabeza pueden ser divertidas y espectaculares: al menos serán distintas de las de las revistas. Lógicamente, todo hay que decirlo, no vamos a elegir una jornada de lluvia para esta tarea, pero si queda algún charco del día anterior o se ve un reflejo chulo en la puerta o la luna.... Investigue. Desde que desaparecieron los carretes no hay motivo para temer una mal disparo.

Cuidado con los detalles. Enseñe lo necesario y cuide lo íntimo

Las matrículas, faros, retrovisores, los detalles del salpicadero y todo tipo de reflejos suelen ser buenas ideas. Dan personalidad al vehículo. Lo que nos lleva a otro 'problema'. Las pegatinas. Si es de los que ha tatuado la pintura de su automóvil, sopese la pertinencia de enseñar el dibujo. Pongamos ejemplos. El escudo del Athletic, o las pegatinas de Vitoria con el skyline de las cuatro torres son bonitos adornos en la propia ciudad, pero si pretende vender el coche a un señor de Murcia... Retirar el sticker quizá tampoco es adecuado. Si daña la pintura o deja marca es peor el remedio que la enfermedad. Sencillamente no fotografíe ese rincón del coche. En cambio, la pegatina de la ITV recién pasada es un bonito guiño al comprador.

Elimine las distracciones

Es importante planificar un poco la toma. El escenario. No descuide los objetos o distracciones visuales puede haber detrás del coche y a los lados. No será la primera vez que un fotógrafo caza algo inesperado en segundo plano. Recuerde también dónde está el sol, dónde caerán las sombras. Si es, como la mayoría, de los que usa las funciones automáticas para enfocar y demás estas cosas ayuden a que funcionen bien. En general todo tipo de objetos como señales de tráfico, árboles, casas o gente que esté alrededor no aportará nada y empeorará la foto.

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