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El weiss frühstuck alemán, tan potente como una comida.
Siete desayunos por el mundo
de baviera a Shanghai

Siete desayunos por el mundo

Según los médicos es la comida más importante del día. Ligeros o rotundos, con huevos y hasta con cerveza, existe todo un universo de opciones a cada cual más suculenta

SERGIO EGUÍA

Viernes, 13 de diciembre 2013, 08:29

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Desayuno, frühstuck, gozaria, breakfast, asagojan, déjeuner (petit o no), oftor... Cada región del mundo tiene su forma de llamar a ese bocado matutino del que los médicos no se cansan de repetir que es el más importante del día. Básico en la dieta y fundamental en lo gastronómico. Porque más allá del café y la tortilla matutina en la barra del bar existe todo un universo de opciones a cada cual más suculenta.. Ahí va una selección de desayunos con denominación de origen. Diferentes nombres e ingredientes para una misma esencia. Como la vida misma.

En Baviera. El weiss frühstuck

No hay discusión. El mejor del mundo. Lleva cerveza. Tan potente que podría ser una comida. Tan sabroso que le enamorará. Cerveza de trigo, salchichas blancas de Múnich, mostaza dulce y un bretzel. Espectacular. Esta es la tradición -heredada del trabajo en el campo, como todo desayuno que se precie- en el próspero Estado Libre. Una sencilla y recomendable forma de probarlo es ir sobre seguro a la turística Hofbräuhaus muniquesa. La gigantesca cervecera es un gran lugar cuando no hay casi nadie en sus mesas. Abre a las 9 de la mañana y esas dos salchichas de cerdo y vacuno bañadas en agua caliente que le llegarán en una sopera de loza le alegrarán el día.

En Shanghai. El Xiaolongbao

Difícil de pronunciar y de comer, esta sopa de panecillos chinos es considerada un manjar. Pocas cosas tan rudimentarias como la masa de harina fermentada alcanzan un final tan sublime y delicado. La idea es que estas bolitas de masa guisada al vapor y suave piel casi translúcida, que están rellenas de cerdo, se mezclen con la sopa a la que acompañan y se obre una suerte de milagro culinario. El viajero gastronómico Brett Atkinson explica en su libro 'Cocinas del mundo' cómo se come este manjar. "Hay que colocar una bolita en una cuchara con los palillos. Luego, morderla con cuidado por la parte superior y dejar que el delicioso caldo se derrame en la cuchara. Bajo ninguna circunstancia debe morderse el centro de la bolita". Según comenta el experto, un buen lugar para probarlo es el restaurante Jia Jia Tang Bao.

Estados Unidos vs Reino Unido. El full breakfast

Los que han tirado de mochila y B&B por las islas estarán acostumbrados a la pregunta de la casera. "You will like full or continental breakfast?". El continental como le llaman los británicos, con tonito de ' esa cosa que toman los europeos que no saben comerl' se refiere al café y tostada de toda la vida. Para ellos, y para los yankees, el breakfast es otra cosa. Como con el football y el soccer, vamos. En ambos casos, el tradicional desayuno llevará huevos (mejor los pide revueltos; 'scrambled'), beicon y salchicas. Los ingleses lo acompañarán con tostada y baked beans (que aunque no lo crea, estas alubias blancas con tomate pueden llegar a estar buenas) y los americanos con bagels y algún tipo de gofre o tortitas con sirope. Eso sí, en sus casas desayunan cereales.

Si quiere ir a probarlos in situ, en Londres recomiendan el El Regency Cafe, en Westminster en la calle del mismo nombre. EE UU es demasiado amplio y variado como para aventurarse a dar un local. Si está en Nueva York, lo mejor es que haga un poco de tiempo, por lo menos hasta las 12 que antes no es legal venderle un Bloody Mary y lanzarse al brunch de huevos benedict en el Boathouse de Central Park. Se acordará toda su vida.

En Turquía. El Kahvalt

Para los turcos el desayuno es toda una celebración. Es algo que uno debe realizar con pausa y sin prisa. Salir escopetado de la cama no puede ser bueno. Las abuelas siempre lo han dicho. El menú también es de lo más recomendable. Pan plano recién horneado, quesos locales aromatizados con hierbas y la combinación de un grueso trozo de panal con miel y kaymak (nata cuajada). Tampoco deben faltar las aceitunas, el tomate, el pepino y un huevo duro. Si tiene hambre súmele fiambre y si necesita gasolina súper pues pruebe a acompañarlo también de un menemen, unos huevos revueltos con cebolla, tomate, pimiento verde y guindilla. Algo como un pisto pero al estilo bizantino

El lugar más célebre para tomar un buen desayuno turco se encuentra en la ciudad de Van. Allí busque la Eski Sumerbank Sokak - también conocida como Kahvalt Sokak o Calle del desayuno- y entre el local que más le llame.

En El Cairo. El full medames

Si es de los que creen en aquello del 'desayune como un rey, coma como un príncipe y cene como un mendigo' tiene que probar el desayuno de los faraones. El full medames eqipcio se remonta a aquella época. Combina habas cocinadas a fuego lento con aceite de oliva, perejil, cebolla, ajo y zumo de limón, todo ello hecho una pasta, que se pone sobre un pan plano y caliente. Se alegra con encurtidos y crujiente rúcula. En El Cairo, es muy famoso el puesto de Al-Gahsh, cerca de la mezquita de Sayida Zeinab.

Brunch judío, en Jerusalén

Lo llaman Shakshouka y significa todo mezclado. Y eso es exactamente lo que es. Huevos escalfados con salsa de tomate, pimientos, cebolla y especias. Se coge el pan y a untar, que la vida son dos días. El estiloso restaurante Tmol-Shilshom en Solomon Street ofrece una más que notable versión del plato. Por cierto, que la preparación es casi identica al menemen turco y, muy parecida -tiene su propia versión picante- a los huevos rancheros que se desayunan en México DF. Si quiere probar en la capital norteamericana, el Café El Popular (Avenida 5 de Mayo 52) es el lugar.

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