Bilbao también tiene rastro

Sí, hay puestos con ropa de segunda mano y con objetos viejos de uso impreciso, si es que tienen alguno. Pero el rastro que cada primer sábado de mes se celebra en la calle 2 de mayo de Bilbao es mucho más que una hilera de tenderetes.

Primero, está el ambiente. Y luego las tiendas y otros negocios situados en la calle. Por último, la animación de grupos de música en directo, algunos contratados por los organizadores. Y otros espontáneos, como los chavales de unos quince años que algunas veces tocan en la acera con dos guitarras eléctricas y algo que se parece a una batería.

La siguiente fecha, este sábado, 6 de julio. En agosto, no cierran: toca el día 3 de agosto. Y el comienzo del curso, el 7 de septiembre.

Cerca de donde tocan estos rockeros del futuro, está la librería Anti, única y sin complejos, con una gran selección de libros de cómic, cine, arte, arquitectura, ensayo y literatura. Más adelante se encuentran varias tiendas con ropa de segunda mano o a estrenar. Algunas, ambientadas con un dj. También merece la pena entrar en las dedicadas a la decoración. Los puestos en la calle prácticamente llegan hasta San Francisco.

Como al rastro se va por el ambiente, además de para buscar tesoros, merece la pena tomarse algo en los bares de la calle General Castillo, todavía con sabor a tasca. En cuanto a los clásicos de la zona, están la marisquería La Guerniquesa en Hernani y el café Nervión, en La Naja. Para comer, el Borne, un pequeño restaurante con carta vegetariana y precios muy asequibles, y el Agape, con un menú también ajustado para el bolsillo.

Si lo hubiéramos visto en Londres, llegaríamos encantados y con ganas de contárselo a todo el mundo. Pero está aquí, a la vuelta de la esquina, para la gente con la mente abierta.